La distribución, logística y aplicación de una solución contra el SARS-CoV-2 aún no se concreta y la Interpol ya detectó grupos criminales que están ejecutando planes de robo, adulteración y venta ilegal de la vacuna COVID-19, alertó Raúl Sapién, Presidente del Consejo Nacional de Seguridad Privada (CNSP).

De acuerdo con el experto, la crisis derivada de la pandemia está llevando a la delincuencia organizada a un nuevo nivel de temeridad, donde ya no le basta falsificar pruebas ni resultados de COVID-19, sino que ahora se vuelca a la falsificación y a la venta ilegal de la vacuna.

Agregó que ya proliferan cientos de miles de anuncios en internet que promocionan las estafas y que, sin duda, van a multiplicarse con la adición de nuevos clasificados sobre la venta ilegal de la vacuna por parte de grupos delincuenciales.

Sapién agregó que las 34.4 millones de dosis que el Estado ha comprado a Pfizer, va a tener una competencia ilegal monstruosa, la cual no está considerada por el momento por ninguna de las autoridades. “Ya no es cuestión de analizar cómo se falsificará la vacuna, sino la rapidez con la que reaccionarán los grupos delictivos para promocionarla”, dijo.

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“Como Consejo Nacional de Seguridad Privada y por los convenios que tenemos con distintas instituciones, emitimos esta nueva alerta, a manera de labor social en un momento que se precisa sumamente difícil y de alto riesgo para todos los mexicanos”, enfatizó.

Recordó, también, que la delincuencia ha montado laboratorios clínicos apócrifos en distintas partes del país, donde aplican pruebas simuladas de COVID-19 y se falsifican resultados, defraudando a la población y poniendo en riesgo la vida y la salud de miles de personas.

También se está cometiendo este tipo de delitos a través de las redes sociales, en donde presuntas organizaciones de salud comercializan “pruebas rápidas” para la detección de coronavirus, en paquetes de 25 reactivos, por las cuales llegan a cobrar entre 22,000 y 24,0000 pesos.

 “Estamos ante un problema sumamente serio, pues los delincuentes aparte de dedicarse al secuestro, la extorsión o el robo a casa habitación, ahora están incurriendo en la falsificación de logotipos de instituciones de salud y laboratorios reconocidos para practicar pruebas apócrifas y próximamente para aplicar vacunas ‘hechizas‘, que ponen en peligro la integridad de las víctimas, haciéndoles perder su dinero y probablemente hasta su vida”, finalizó Raúl Sapién.