El arrendamiento de transporte de carga creció 16% en el segundo trimestre frente al primer cuarto del año, impulsado por la demanda del mercado, la renovación de flota y la incursión de un nuevo socio de la Asociación Mexicana de Arrendadores de Vehículos (AMAVe).
La pandemia del SARS-CoV-2 convirtió al arrendamiento de unidades pesadas en un aliado de las empresas transportistas para enfrentar los efectos en la economía de la parálisis de las actividades productivas.
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Entre abril y junio de 2020, los transportistas arrendaron 6,818 unidades de carga, se trata de uno de los segmentos con mejor desempeño, con alzas de 16% respecto al primer trimestre del año, y de 47% a tasa anual, detalló la AMAVe.
Es importante destacar el crecimiento en el arrendamiento de transporte de carga, el cual es un indicador de que el país está en miras de recuperación y que este esquema es indispensable por ser la columna vertebral de las cadenas de suministros de muchas actividades esenciales, entre ellas la distribución de medicamentos y alimentos de la canasta”.
Mauricio Medina, presidente de la AMAVe.
En general, durante el segundo trimestre del año fueron arrendados 225,724 vehículos en el país; cifra que representa un incremento marginal de 0.7% respecto al primer trimestre de 2020.
En su interior, el arrendamiento puro —que representa 73% de la demanda total— incrementó 2% entre abril y junio, frente al trimestre previo, informó la AMAVe.
Fue en el arrendamiento financiero y la renta diaria, donde el paro de actividades productivas dejó ver sus efectos en el desempeño de las empresas, con reducciones trimestrales de 23% y 8 por ciento, respectivamente.
“Estamos conscientes de la grave situación económica que enfrenta México y el resto del mundo, como resultado de la contingencia sanitaria por COVID-19. El arrendamiento vehicular es una eficiente forma de contrarrestar los graves efectos económicos, se trata de un esquema flexible con bajos costos y tiene además beneficios fiscales”.
Mauricio Medina, presidente de la AMAVe.
