Para celebrar el gran lanzamiento de los vehículos Scania Súper en Brasil, la compañía organizó una prueba de manejo para la prensa especializada de distintas regiones de América Latina, y México estuvo ahí. 

Junto con periodistas de Argentina, Chile, Perú, Colombia y por supuesto de Brasil, una delegación mexicana también se dio cita para el gran lanzamiento y las pruebas de los nuevos Scania Súper Euro 5 y Euro 6, además de la nueva línea XT para aplicaciones vocacionales. 

Luego de presenciar el lanzamiento y recorrer la planta de producción en San Bernardo -en la que tienen fábricas de motores, transmisiones, chasis y cabinas-, nos dirigimos a Itupeva, una provincia en las afueras de Sao Paulo en donde se llevarían a cabo las pruebas de manejo. 

Las actividades iniciaron temprano, cuando el sol ya ofrecía más de 30 grados y en las que el equipo de Scania Brasil ya tenía dispuestas las cuatro estaciones para las pruebas on road y off road, y las ponencias para conocer sobre la eficiencia energética y las distintas soluciones de la compañía

La representación mexicana fue seleccionada junto con Colombia y Perú para iniciar la experiencia con la prueba on road. Siete tractocamiones Scania Súper ya estaban listos con su remolque enganchado para demostrar su desempeño. 

Cada vehículo tenía su propio Master Driver para acompañarnos en todo momento e indicarnos la mejor forma de operar la unidad. Una vez ajustado el asiento y puesto el cinturón de seguridad, las indicaciones fueron claras y sencillas. 

Esencialmente debimos quitar el freno de mano y colocar la perilla en Drive. Justo en esa palanca había que activar los cinco pasos de los frenos auxiliares: el auxiliar de compresión y el retardador. El resto lo haría el vehículo.

Ahora sí, con las manos al volante, totalmente ajustable al igual que el asiento, el Master Driver dio la indicación y echamos a andar el Scania Súper, primero sobre la tierra y después en la carretera de un carril por sentido. El camino era sinuoso, ideal para experimentar tanto la suavidad de la transmisión como el poder de los frenos. 

Con una velocidad inicial de 30 kilómetros por hora y después d euna subida, el instructor indicó soltar el acelerador y activar el primer paso del freno auxiliar en cuanto empezara la bajada. El inigualable sonido del freno con motor, discreto, apareció. 

Un segundo nivel y luego un tercero hasta que prácticamente el camión iba lo más despacio posible, y en ningún momento pisamos el pedal del freno. Todo lo hacía el sistema.

Otra vez recta, quitar los frenos de la palanca y acelerar otra vez. Los cambios en la marcha son suaves, silenciosos y casi imperceptibles. El instructor explicaba lo que pasaba en cada momento y después otra subida, otra bajada y ahora sí los cinco pasos de los frenos auxiliares. 

El objetivo es, como su nombre lo dice, auxiliar tanto al camión como al operador, ya que la conducción es mucho más amables y prácticamente hay que estar mucho más atentos al camino, al volante y a cualquier circunstancia del viaje. 

Hasta que llegamos al punto final, cuatro kilómetros más adelante y cambiamos de unidad. Ahora uno con 560 caballos de fuerza, para emprender el regreso. 

Y así se fue la primera etapa de la prueba de manejo, para luego visitar una escala estática, en la que un especialista expuso las bondades de los nuevos Scania Súper y el nuevo diseño de las versiones XT. 

Luego vino un pequeño receso para volver a otra charla en la que pudimos escuchar gran parte del portafolio de Scania más allá de los vehículos, específicamente con temas de telemetría, conectividad y gestión de rutas. 

Finalmente llegó la prueba off road, en la que también había tractocamiones Scania Súper y camiones vocacionales XT, ahora sobre un llano, con picos y valles, con camino irregular y dentro de un circuito de más de un kilómetro. 

El concepto era el mismo, pero ahora debimos arrastrar dos remolques, y la carga se sentía, sobre todo en las bajadas, cuando el pie derecho, casi por instinto, quería presionar el pedal del freno, pero no era necesario. De hecho sólo lo presionamos para detenernos por completo cuando terminó el recorrido. 

Pero antes probamos una vez más la potencia de los frenos auxiliares y la fuerza del motor para las subidas, además de una geocerca que limitaba la velocidad a 30 kilómetros por hora. 

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El sol fue el gran testigo de esa jornada en Itupeva, Brasil, y las fotos, los videos y ahora las reseñas y las crónicas dejarán constancia de la gran experiencia que nos ofreció Scania.