Los dos principales retos para las empresas familiares son establecer los límites entre familia y negocios, así como no mezclar las administraciones de ambas, declaró Refugio Muñoz, Presidente del Consejo de Administración de Transporte Mumor, una flota joven dirigida por la familia Muñoz Mortara.

De acuerdo con Muñoz López estas compañías deben delimitar con mucha precisión dónde empiezan y terminan las empresas, no mezclar la administración de la familia con la administración y operación de la flota. Para ello, un primer paso es no establecer privilegios entre miembros de la familia.

“En la empresa los hijos no trabajan de hijos, su puesto de trabajo es que el que se le establezca sin ningún tipo de privilegio por el hecho de ser dueño o hijo de los dueños”, expresó en entrevista para TyT.

En su experiencia en Transporte Mumor, una flota instaurada hace cinco años, fue fundamental el establecer un consejo de administración, el cual está conformado por los socios fundadores de la compañía: él, su esposa y sus dos hijos.

Dicho consejo, explicó, tiene reuniones regulares en las que se toman decisiones y plantean temas únicamente relacionados con la empresa, teniendo muy en claro que no se trata de una reunión familiar sino una reunión de negocios.

En éstas, agregó, se evalúan los resultados mes a mes y se proyectan nuevas metas; se da cuenta de la actividad de cada miembro del consejo y se da seguimiento al cumplimiento de los objetivos.

“El paso esencial, si queremos enfrentar el reto de delimitar el espacio familiar y empresarial, es justamente la creación de un consejo de administración, no solamente desde el punto de vista formal sino de funcionamiento real”, señaló.

Precisó que este órgano debe llevar a cabo los principios básicos de la administración de cualquier empresa: planeación organización , dirección y control.

Así, en el consejo de administración de Transporte Mumor recaen las decisiones más importantes de la compañía pero también es el instrumento para planear y dar seguimiento a cada meta. Asimismo, recomendó Muñoz, este órgano no debe reunirse solo una ves al año sino sesionar periódicamente para corregir acciones en el momento oportuno.

Otro punto fundamental es que los miembros de la familia y socios de la compañía deben ser lo suficientemente maduros para entender que las decisiones no deben recaer en una sola persona, por mucha experiencia que tenga, y que éstas deben ser compartidas y discutidas en el consejo de administración.

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Para Refugio Muñoz, Transporte Mumor tiene una ventaja muy particular, se trata de la formación profesional de cada miembro de la empresa familiar: administración, economía, comercio y negocios internacionales, e ingeniería mecánica, son los perfiles de cada socio fundador, lo que delimita perfectamente sus responsabilidades dentro de la flota.

Asimismo, esta compañía nació en un momento histórico en el que las empresas familiares del autotransporte ya tenían cierta madurez al transitar en su segunda o tercera generación y Transporte Mumor, a través de los más de 20 años de experiencia de Muñoz López en el sector, ya tenía identificadas las principales necesidades para consolidar este tipo de compañías: la profesionalización e institucionalización.

A través de experiencias ajenas, Transporte Mumor comprendió que no hay que esperar hasta la tercera generación para ver qué hacer en temas de profesionalización, institucionalización e incluso sucesión. “Desde la primera deben irse sentando las bases para no llegar a ese tipo de conflictos. Por ejemplo, desde la primera generación pensaría en una empresa madre pero ir paralelamente abriendo empresas más pequeñas, que los hijos puedan ir creando y desarrollando su propia compañía”, agregó.

“Gracias a la formación que tenemos y que mis hijos son parte de esta primera generación, más la experiencia acumulada de otras flotas que ya entraban a la institucionalización, lo aprovechamos para buscar la manera de operar sí como empresa familiar pero estableciendo los límites”, reveló.

Este aspecto, comentó, hace algunos años para las empresas de autotransporte era un gran reto debido los esquemas proteccionistas que imperaban en el sector, sobre todo en materia fiscal, que no les obligaba a llevar una administración estricta. “Entonces era muy común encontrar esa mezcla entre la administración familiar y la de la empresa, porque ésta no les exigía contar con ese sistema administrativo y operativo como debiera de ser desde el punto de vista empresarial”, compartió para TyT.

Por otro lado, reconoció que Transporte Mumor ha presentado resultados exitosos gracias a una visión clara y compartida. En su caso, se han especializado en contar solo con flota de camiones rabones, lo que les  permite centrarse en determinados nichos de negocio y sortear las restricciones que algunas ciudades han implementado para unidades de mayor capacidad.

Para Refugio Muñoz, gracias al esfuerzo de su familia y las buenas prácticas empresariales, Transporte Mumor ya cuenta con 14 camiones y proyecta seguir creciendo su flota. La meta de esta empresa familiar es consolidarse en el modelo de empresa integradora, una figura que, de acuerdo con el entrevistado, es muy adecuada para que las Pymes se fortalezcan y se empoderen más en el mercado.