El auge del e-commerce supuso retos interesantes para el autotransporte, la logística y la tecnología en momentos en que la gente se resguardaba en casa, pero al mismo tiempo aumentó su consumo. Paquetes y paquetes circulaban por diversos puntos para atender la demanda de las personas que lo mismo compraban un escritorio o un smartphone, y esto exigió a las empresas a buscar la mejor manera de entregar su producto en las puertas de sus clientes.

Con ventas que crecían a doble o triple dígito, el comercio electrónico se colocó en el ojo del huracán ante la mayor demanda de entregas a domicilio y la exigencia de menores periodos de tiempo para satisfacer a un comprador que no estaba dispuesto a esperar semanas para recibir su producto.

Esta situación evidenció las carencias logísticas que ya se mostraban antes de la pandemia y el confinamiento de los mexicanos y que se reflejaban en entregas fuera del plazo señalado o con más de siete días de espera, errores en los productos entregados o en las ubicaciones.

Síguenos en Google Noticias para mantenerte siempre informado

De acuerdo con una encuesta de la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO) realizada a mediados del año pasado, durante la pandemia el 54% de los consumidores declararon haber tenido algún problema en las compras en los últimos dos meses, y 35% de estos fue que los tiempos de entrega fueron muy lentos.

Este contexto le dio a Cargamos, la startup comandada por Iván Ariza, la oportunidad de despegar con fuerza solo unos meses después de su inicio de operaciones y que en 2020 presumía un crecimiento de más de 600%.

Ariza destaca que si bien en América Latina se ha visto está explosión del e-commerce, en economías más desarrolladas el boom ha sido mayor, como China, en donde un paquete de un kilogramo se puede enviar por prácticamente 25 centavos de dólar al día siguiente a cualquier parte de ese país, mientras que en México esto cuesta alrededor de 6 dólares dentro de la misma ciudad.

Y es aquí donde Cargamos identificó una oportunidad: «Aquí nacimos, pensando en cómo romper esos 6 dólares y volverlos 25 centavos en el futuro. Ese es el por qué de Cargamos básicamente. Ahora, el tema no es bajar el costo simplemente por bajarlo, el tema es bajar el costo y aumentar la velocidad. Qué es lo que necesita el e-commerce».

Cargamos se define como una plataforma abierta disponible para cualquier vendedor que quiere enviar un paquete directamente a sus usuarios, como una plataforma de proximidad para estar más cerca de sus clientes con envíos más rápidos y económicos, que funciona con flota propia y de terceros.

«Nosotros ponemos los recursos y la tecnología que la logística necesita para que cualquier empresa, sea otra compañía logística, de e commerce o un retailer, pueden sumarse a la plataforma y usarla. Queremos conectar a todos los actores logísticos en una sola plataforma», explica su director general.

Los retos: bajar costos y aumentar la velocidad

De acuerdo con un reporte de Beetrack, los elementos de la logística de última milla en el modelo de despachos a domicilio representan un 50% del total de los costos logísticos; y desde el punto de vista del directivo de Cargamos esto se debe en parte a la falta de infraestructura, sobre todo de bodegas para tener estaciones de tránsito. Esto deriva en que las empresas tengan dichas estaciones en las afueras de la ciudad y cuando salen a hacer un reparto a domicilio o centro de consumo lo hagan con unidades grandes y en la mayoría de casos con la capacidad a medias. El resultado: desperdicio de capacidad, tráfico y entregas más lentas.

En ese sentido, esta startup se ha enfocado en incrementar su número de bodegas al interior de las ciudades a lo largo del territorio nacional, y hoy cuenta con más de 130 dark stores, donde conecta con los grandes volúmenes para después repartir en unidades más pequeñas y a no más de 3 kms. de distancia.

«Esto genera que el paquete recorra menos kilómetros, aumente la velocidad y disminuya el costo, ésa es básicamente la formula. Es un tema de infraestructura por lo que es costoso, lo que hacemos es generar centros de distribución urbanos para que casi cualquiera los pueda utilizar, por eso nos denominamos una plataforma abierta», detalla Ariza.

Pero esto no se queda en el costo y la velocidad, sino que también tiene que ver con la precisión, es decir, cumplir con las expectativas del cliente; un punto que adquirió mayor relevancia con la pandemia como uno de los grandes problemas del e-commerce para las minoristas como Walmart, Liverpool, Farmacías Benavides, entre otras, dejando al descubierto la falta de los elementos necesarios para realizar entregas de la manera más rápida y eficiente posible.

Lee también: De la evolución a la revolución de la última milla para el e-commerce

Para solucionar esta falta de infraestructura, Cargamos ha echado mano de un modelo que contempla el aprovechamiento de lo que ya existe con sus PODs (point of delivery). Por un lado, los grandes centros de distribución, con acuerdos de real estate; y pequeños centros de tránsito generados a través de alianzas estratégicas que le permiten ubicarse, por ejemplo, en sótanos de centros comerciales, los cuales ya se encuentran en una buena zona de distribución logística dentro de la ciudad y son de fácil acceso, lo que permite a los conductores recolectar sus paquetes de manera más ágil y salir a repartir.

«Esos son nuestros PODs, las unidades de tránsito rápido, donde el conductor llega, recibe la carga de manera muy rápida y sale a entregar a la última milla; esto permite hacer mucho volumen en poco tiempo, porque todo está concentrado alrededor. Esto genera velocidad y, en tema de costos, mejores utilidades para los drivers», explica el directivo de Cargamos, quien agrega que con este modelo ya cuenta con más de un millón de metros cuadrados en todo el país para expandir sus PODs.

Además, destaca que con estos pequeños centro de distribución también se busca mejorar el «attention time» en la carga y descarga de la mercancía, desde su perspectiva uno de los principales dolores de la industria, ya que esto hace que hoy las unidades no tengan una ocupación mayor al 30%.

«Pensamos en el transportista porque pocas veces se piensa en él, se piensa más en la compañía. Cuando llega a cargar el proceso es muy lento, no le dan acceso, no puede cargar… Estamos trabajando en pro de hacer que el transportista gaste mucho menos tiempo al llegar a una ubicación, cargar y salir, lo cual lo vuelve mucho más eficiente», enfatiza el directivo de Cargamos.

e-commerce, el catalizador

El boom en el mercado mexicano de la entrega de paquetes en la llamada última milla dio pie a la aparición de empresas que a través de sus soluciones buscan satisfacer las exigencias de los consumidores finales o bien ayudar a los vendedores a cumplir con las expectativas de sus clientes.

En ese sentido, Cargamos nació con una clientela en la mira, toda aquella compañía que venda a través del e-commerce, a las que ofrece sus redes de entrega con esa finalidad.

Su operación inició con dos clientes y con operaciones bastante sencillas, después empezaron a llegar más retailers como Walmart y Liverpool, y hoy trabaja con tres de los cinco jugadores que componen el 40% del comercio electrónico en el país.

“Al estar mucho más cerca del usuario podemos cumplir la promesa de entrega. Ahí es donde entra Cargamos, y empezamos a considerarnos más como una plataforma de proximidad, que lo que hace es estar cerca del usuario para poder cumplir con todas las expectativas que tiene hoy“, señala Ariza.

Te puede interesar: Última milla, con espacio para nuevos competidores

Lo que viene

La última milla por lo general tiene costos elevados en todo el proceso de entrega y a esto se suma la complejidad de este servicio, menciona Ariza, “una cosa es llevar un camión cargado de 50,000 unidades y otra es bajar esas 50,000 unidades y repartirlas en 50,000 hogares. Por eso la última milla se vuelve tan compleja“.

De acuerdo con el informe Futuro del ecosistema de la última milla, del Foro Económico Mundial (WEF), las entregas instantáneas y en el mismo día son los segmentos de más rápido crecimiento del mercado de entregas de última milla, aumentando al año un 36% y un 17%.

En ese sentido, Cargamos, que en su primera ronda de inversión levantó más de 4 millones de dólares, destaca que su crecimiento en 2020 fue del doble de lo que esperan en un escenario sin pandemia; mientras que para 2021 espera un impulso similar.

Tecnología, aliado también en la logística inversa para el eCommerce

Su meta es contar con más de 300 bodegas o estaciones de entrega a lo largo del país; concentrando sus esfuerzos en Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey, para después dirigirse a más ciudades. El director de Cargamos confía en que el e-commerce seguirá creciendo de manera explosiva los próximos años y en particular en el potencial de crecimiento del mercado mexicano.

“La logística en Latinoamérica sigue siendo un caos aún. Hoy no existen buenos medios de entrega de paquetería como en las grandes economías. Y a medida de que esta infraestructura y toda esta tecnología y todas estas empresas domésticas empiezan a mejorar el proceso, el e-commerce va a explotar más”.

Pero su límite no es la última milla. Ariza comenta que si bien hoy están 100% enfocados en este segmento, en el mediano plazo se buscará conectar los almacenes, los puertos y la media milla con sus centros de distribución; la meta es clara: participar en la entrega de cualquier producto que llegue a tu casa.