Tras haberse mantenido por varias semanas en semáforo epidemiológico verde, Chihuahua presentó un incremento de contagios por COVID-19 por lo que las autoridades sanitarias determinaron retroceder a semáforo amarillo del 18 al 31 de octubre, lo que conlleva a la aplicación de medidas restrictivas con el fin de evitar un aumento de contagios.

De acuerdo con la subsecretaria de Prevención y Promoción de la Salud, Mirna Beltrán Arzaga, fue en los últimos 15 días cuando se registro el aumento de casos y así como el nivel de transmisión en la entidad, por lo que la Secretaría de Salud Federal calificó al estado en color amarillo.

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Tras la determinación, por mayoría de votos, el Consejo Estatal de Salud aprobó tomar medidas de contención que permitan reducir el impacto en las próximas semanas y evitar afectaciones de la economía, por lo que se resolvió la reducción de aforos y horarios de algunas actividades.

Las autoridades sanitarias enfatizaron la necesidad de intensificar las campañas preventivas vigentes para reforzar el uso de cubrebocas, la sana distancia y el lavado de manos, para alertar a la población y con ello regresar a semáforo verde.

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A pesar de que la entidad retrocede un color en los niveles de alerta por la pandemia, las autoridades confían en que aún se está a tiempo de tomar medidas que permitan frenar los contagios y el nivel de la transmisión, y recobrar el equilibrio que se tenía en semanas anteriores para conservar la salud pública y la economía.

Las medidas restrictivas serán publicadas este fin de semana en el Periódico Oficial del estado.

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