El cierre de la frontera entre México y Estados Unidos ha tenido un efecto positivo en las ventas de los comercios del lado mexicano, en el que han aumentado hasta en 40% en algunos giros comerciales, a pesar de las restricciones aún vigentes en esta zona por la pandemia de COVID-19, de acuerdo con la Confederación de Cámaras de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur).

Derivado del cierre fronterizo, señaló el organismo, se han adquirido más productos nacionales y mayormente en tiendas de las poblaciones aledañas, con lo que el consumo doméstico alcanzó 45,000 millones de pesos y más de 125,000 millones de pesos en el consumo general, desde marzo de 2020, que inició la pandemia a la fecha.

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El comercio en el lado mexicano creció hasta en 40% en algunos giros, como ropa, calzado, gasolina y tecnología; y se consumen más productos mexicanos como frutas, verduras, carnes; además de que se compra más en tiendas, farmacias y establecimientos de las ciudades fronterizas de Baja California, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Sonora y Tamaulipas.

José Manuel López Campos, presidente de la Concanaco, señaló que esta situación es temporalmente favorable para los comerciantes y prestadores de servicios de las ciudades fronterizas de México, ya que el cierre está teniendo mayores efectos de lado estadounidense, donde en algunos estados de la zona limítrofe se registra una reducción en la captación de impuestos por concepto de ventas y peaje, así como en gravámenes laborales.

Incluso, apunta el reporte de la organización, esto ya influyó en el cierre de más de 200 establecimientos comerciales en las ciudades fronterizas de Estados Unidos, como en El Paso, Texas, donde se prevén pérdidas económicas de más de 200 millones de dólares, debido a la disminución en el consumo de clientes mexicanos.

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“Con esta situación, quienes preferían comprar en las ciudades estadounidenses ya comprobaron que la calidad de los productos que se venden en México, son iguales de buena calidad que a los que venden en Estados Unidos y sus precios competitivos”, mencionó López Campos.

La frontera terrestre entre Estados Unidos y México se mantiene cerrada de forma parcial para actividades no esenciales desde el 20 de marzo de 2020; y el pasado 21 de julio el gobierno estadounidense anunció su decisión de mantener vigente el cierre ante la nueva ola de contagios de COVID-19, esto al menos hasta el 21 de agosto próximo, cuando dé a conocer de nuevo su postura.

El líder de los comerciantes consideró que las restricciones de ambos gobiernos no serían convenientes a largo plazo, porque se requiere normalizar la relación de intercambio de bienes y servicios en esta región, de manera sostenible como se ha dado desde hace muchos años, ya que de prolongarse esa situación podría ocasionar severos daños a la economía de ambas naciones.

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