La pandemia del COVID-19 vino a cambiarlo todo. Aunque los días se parecen, cada uno es tan distinto al anterior, pues la información respecto al nivel de contagios, la reapertura de empresas y la reactivación de actividades económicas, académicas y sociales se asoma cada vez más de cerca.

Tan solo basta salir a la calle, revisar estadísticas oficiales y tener una plática con cualquier empresario o empleado de cualquier industria. Las afectaciones han sido insospechadas. Y las consecuencias seguirán sucediendo. 

La próxima semana, anunció el gobierno federal, comenzará la nueva normalidad. Y más allá de las medidas requeridas para evitar contagios y disminuir los riesgos, habrá temas y actividades que nunca volverán a ser las mismas.

Ricardo Vega, Director General de Board Media, considera que prácticamente todo lo que las empresas están haciendo en medio de la emergencia sanitaria son temas que habrían de suceder tarde o temprano, y que el coronavirus solo vino a acelerar este proceso.

Y para entender cómo podría ser esta nueva normalidad con una revolución de tal magnitud, el especialista vislumbra cinco cambios estructurales en todo el mundo.

  1. Convivencia y socialización

Cualquier espacio compartido cambiará radicalmente. Escuelas, oficinas, centros de entretenimiento, de consumo, puntos de venta. El tejido social habrá de ser otro, pues las personas sufrirán una especie de trauma y elegirán relacionarse de una nueva forma. El que entienda esto tendrá buena ventaja para entender todo lo demás.

2. Conciencia de salud

Uno de los grandes aprendizajes de la cuarentena prolongada es la reflexión personal y colectiva. ¿Cómo estamos físicamente, cómo es nuestra alimentación, nuestra actividad física? “Al notarnos tan vulnerables habremos de tomar consciencia sobre todos estos hábitos. Y, recordemos, todo esto afectará, también, la vida de los negocios, pues las personas seremos otras”.

3. Nuevas formas de trabajo

El home office llegó para quedarse. Si bien hay procesos en el autotransporte que no se pueden hacer a distancia, todos los que están trabajando de manera remota, hoy comprueban su eficiencia, de tal manera que en la nueva normalidad, una combinación de los esquemas se podría traducir en formas más productivas y eficientes de hacer las cosas.

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4. Movilidad y redefinición de procesos

El negocio del transporte también tiene que repensarse, considera el especialista, pues tanto el comercio electrónico como el traslado de personas a sus centros de trabajo e incluso con fines turísticos también enfrentará nuevas necesidades. “El transporte es una industria que se relaciones con todas las actividades. Y como el cambio será transversal, pues no se puede seguir operando de la misma forma”, aseveró.

5. Nuevos hábitos de consumo

Otra de las consecuencias de las reflexiones en los tiempos del coronavirus está relacionada con un consumo más responsable. Muchas de las cosas que la gente compraba regularmente no las está adquiriendo. Y no es que los bienes no necesarios vayan a desaparecer, pero sí habrá un cambio notorio hacia lo sustentable, saludable y, en muchos casos, indispensable. 

“Cuando las autoridades permitan la apertura de los negocios cerrados no habrá gente esperando afuera, ávida de comprar. Será paulatina la demanda. Y justo será precavida, cuidadosa, más responsable. Por eso, mientras eso sucede, los empresarios deberían desde ya, empezar a imaginar y prepararse para esa nueva normalidad”, señaló el experto.