El lapso entre 2010 y 2020 fue decretado como el Decenio de la Seguridad Vial, una iniciativa que buscaba conjuntar esfuerzos para disminuir considerablemente los accidentes, muertes y lesiones en tránsito. Sin embargo, los objetivos no fueron conquistados. 

Es por eso que se decretó un segundo decenio, ahora de 2020 a 2030 y cuyo objetivo continúa, ahora con la expectativa de reducir 50% la incidencia vial. México es parte de este proyecto y 2020 ha representando un punto medular en este camino, pues fue aprobada la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial. 

Durante el segundo día de actividades del 4º Congreso Nacional en Seguridad Vial, de la ANTP,  Alma Chávez, de la asociación civil Víctimas de Violencia Vial, señaló que, sin duda, el marco jurídico es fundamental para conseguir avances sustanciales.

Y en este contexto, la especialista identificó cinco retos que permitirán dar un salto sustancial en este camino que conviene a todos. 

+ Gestión de la seguridad vial

Aunque pareciera que esta tarea recae sobre las autoridades, se trata de un tema que involucra a todos los actores de la movilidad, a fin de crear políticas públicas consensuadas que respeten lo que ahora es considerado un derecho humano.

+ Infraestructura vial

En muchos casos, dijo, se trata de adaptaciones mayores o construcción total de espacios que garanticen la movilidad de las personas y todo tipo de modo de transporte, a fin de que convivan en el espacio público. 

+ Uso de vehículos más seguros

Otro de los temas pendientes es agrupar esfuerzos entre autoridades, fabricantes de la industria automotriz y usuarios para renovar las flotas y tener un parque vehicular mucho más joven, eficiente y seguro.

+ Usuarios de la vía

Se refiere tanto a la concientización como a la capacitación de quienes transitan por las vialidades. ¿El objetivo? El respeto por el espacio confinado para cada uno de acuerdo a sus necesidades y vulnerabilidades. 

+ Atención médica prehospitalaria

A fin de también disminuir muertes y lesiones graves, este reto está enfocado en el personal de salud, en el flujo vehicular y en las sinergias mencionadas en los puntos anteriores. 

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Al respecto, Rodrigo Díaz, subsecretario de Planeación, Políticas y Regulación de la Secretaría de Movilidad de la Ciudad de México, coincidió en la importancia de contar con la participación de la iniciativa privada, sociedad civil y gobierno, para desarrollar políticas públicas con una visión holística sobre el tema. 

“Aún falta mucho por hacer y si bien hay esfuerzos importantes como la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial, los gobiernos debemos ratificar nuestro compromiso con este tema, medular para la capital del país”, señaló.