La transmisión es uno de los componentes más cruciales de un tractocamión; si el corazón es el motor, la transmisión sería acaso el cerebro, pues sin ésta el vehículo simplemente no cumpliría su propósito primordial. 

Es por eso que darle su correcto y oportuno mantenimiento es fundamental para su óptimo funcionamiento. 

Y si bien en el mercado existen diferentes opciones de acuerdo al modelo del tractocamión y su capacidad para acoplarse al motor, en todos los casos, la falta de mantenimiento podría provocar una descompostura, que suelen ser demasiado costosas. 

En este contexto, a continuación se abordan buenas prácticas en torno al cuidado de la transmisión de un camión, empezando por el líquido de transmisión.

En una automatizada, por ejemplo, el líquido es el responsable de evitar fricciones excesivas, que a la larga podría provocar la falla de alguno de sus elementos; haciendo una analogía el líquido hace las funciones tanto del aceite lubricante como del anticongelante en un motor.

Revisar el aceite de transmisión

Prácticamente en todos los vehículos se puede revisar la calidad y el nivel del líquido de transmisión y, de ser necesario, realizar el cambio de aceite o rellenar el depósito. 

Será necesario revisar el manual del usuario, ya que en algunos casos, esto se debe de hacer con el motor apagado, mientras que en otras marcas, debe hacerse con mientras el motor permanece encendido, para generar presión. 

En algunos casos más modernos, vienen completamente selladas, por lo que deberás revisar el nivel durante el mantenimiento periódico del camión.

Para revisar el aceite de transmisión hay que sacar la ballesta, limpiarla y volverla a meterla. Sacarla otra vez y revisar tanto el nivel como el color. 

El líquido es normalmente un color rojo transparente, si se ve café, es momento de realizar un cambio de líquido de transmisión.

¿Qué puede dañar una transmisión?

La gran mayoría de los problemas con las transmisiones comienza por sobrecalentamiento, debido a la sobrecarga del vehículo o al uso del mismo en situaciones en las que la transmisión patina demasiado: nieve o lodo pueden ser causantes, así como la falta de lubricación. 

Cuando la temperatura se incrementa en la transmisión, se genera oxidación, y se pierden capacidades de lubricación, lo que deja depósitos de líquido quemado.

La falta de mantenimiento es la segunda causa de fallas, con sellos que se rompen y dejan salir el líquido, lo que resta protección a los componentes metálicos. 

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NUNCA hay que utilizar aceite de motor para una transmisión y SIEMPRE atender las recomendaciones del fabricante, tanto en temas de previsión como de corrección. 

Las revisiones del líquido de transmisión deben ser constantes y el estado del aceite de la misma de manera regular. Usar el líquido recomendado por los fabricantes del camión.