En 2019, TDR Soluciones Logísticas y Grupo Senda certificaron sus negocios bajo la Norma 39001:2012, regulada por la Organización Internacional para la Estandarización (ISO), que avala la efectividad del Sistema de Gestión de Seguridad Vial de las empresas. 

El Centro de Experimentación y Seguridad Vial (CESVI) México fue el responsable de brindar la consultoría en esta materia para que ambas compañías se hicieran acreedoras a la ISO 39001 y se unieran a un reducido grupo de organizaciones –pero creciente– que opera bajo una cultura de prevención de accidentes y protección de sus operadores.

En el caso de Senda, se convirtió en la primera empresa de Latinoamérica en obtener la ISO 39001 por parte de la casa certificadora Lloyd’s Register en su servicio de transporte de personal Senda Citi, y la primera empresa de México en alcanzarla en su servicio de autotransporte federal con sus marcas Senda, Del Norte y Turimex.

De acuerdo con Miguel Guzmán, Director de Seguridad Vial de CESVI México, un Sistema de Gestión de Seguridad Vial y la certificación de éste favorece a todo tipo de empresas, desde las que trabajan por su institucionalización hasta las grandes marcas con miles de vehículos. 

En el caso de las Pymes, el beneficio es la implementación de una operación metodológica que les permita dar el salto hacia la profesionalización. Para las segundas, les permite mejorar procedimientos y su cultura organizacional. 

Para el especialista, el resultado de esta estrategia, que requiere de romper paradigmas y de inversiones por parte de las empresas, no se queda únicamente en los operadores y la compañía de autotransporte, sino se extiende al resto de la organización, a la sociedad y hasta las compañías de seguros. 

La seguridad vial no es barata, ni inmediata. Tienes que invertir, pero el retorno se obtiene a la vuelta de un año y queda como un sistema que anualmente dará frutos, al reducir los costos de las empresas de autotransporte”, asegura el especialista.

“Y el resultado no se queda únicamente en la compañía, se lleva también en una baja siniestralidad y todavía hay un retorno para el transportista porque hay una negociación en la que disminuye la póliza por un menor índice de accidentes –con un beneficio económico inmediato–”, añade.

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Cómo empezar

CESVI México es una empresa que trabaja en la prevención de accidentes de tránsito y que pertenece a un grupo de compañías de seguros. Todos los transportistas están obligados a contratar una póliza para poder operar y ofrecer sus servicios. 

Los socios de CESVI –integrados por Seguros Atlas, AXA Seguros, GNP Seguros, Seguros Inbursa, Mapfre y Quálitas– tienen el 65% del mercado y la mayoría ha desarrollado planes específicos para trabajar con flotas y programas para implementar un Sistema de Gestión de Seguridad Vial.

Las transportistas pueden revisar la siniestralidad en su negocio y acercarse con el broker de las aseguradoras asociadas a CESVI México. Esto es un esfuerzo en conjunto: de la empresa de autotransporte, de la de seguros, de nosotros como especialistas y la casa certificadora, enfocados en la reducción de riesgos de accidentes”, detalla Miguel Guzmán. 

Otra manera es que las organizaciones interesadas busquen directamente a CESVI para implementar un modelo de seguridad vial específico y, más tarde, alcanzar la certificación, si es decisión de la propia compañía. 

Los pasos

Sin importar si la empresa busca únicamente implementar un Sistema de Gestión de Seguridad Vial o llegar hasta la certificación de éste bajo la ISO 39001, los especialistas avanzarán en un diagnóstico –que toma unos días– para conocer qué hace la compañía en esta materia dentro de sus distintas áreas, como recursos humanos, mantenimiento, gestoría, infraestuctura, comunicación, entre otras. 

Mediante una evaluación –en nueve grandes rubros que dan distintos puntajes y a través de entrevistas– se obtiene el retrato de la operación de las transportistas. De acuerdo con CESVI, el promedio nacional, entre al menos 350 compañías, está en 548 puntos de un total de 1,000. Las mejores empresas con buenas prácticas en seguridad vial han alcanzado resultados de 750 puntos.

El resultado da paso a desarrollar un plan FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas de la organización) y luego una agenda de trabajo, en el que se decide si se implementará un sistema de gestión o un modelo de seguridad vial. 

El programa cuenta con al menos nueve fases. En la de arranque se pone en marcha la coordinación con directivos para establecer una estrategia con un equipo de trabajo, se define el líder del proyecto y se delimita la agenda. Más adelante, se lleva a cabo la capacitación y sensibilización en seguridad vial.

“Trabajamos primero con ese equipo en la presentación del proyecto y su alcance. Damos la interpretación de la Norma ISO 39001, los roles que van a tener cada uno de ellos y temas técnicos de seguridad. Hay que capacitar en investigación de accidentes, y ya con esa parte se puede trabajar con instructores y conductores. Entonces, deja de ser un programa de una sola línea y se convierte en un programa de varios frentes de acción”, detalla Miguel Guzmán.

En este plan de trabajo hay una adecuación de la filosofía organizacional –visión, misión, valores y política– con un enfoque en seguridad vial. Hay algunas empresas que cuentan con la certificación ISO 9001-15, por lo que se debe alinear la operación hacia la ISO 39001, la cual exige establecer en la política de la organización el compromiso de cero lesiones graves y muertos por accidentes de tránsito, trabajo en el que debe participar la alta dirección.

Grupo Senda, por ejemplo, desarrolló su propio comité de seguridad vial, integrado por colaboradores clave de la organización, con el objetivo de generar, promover y autorizar acciones a favor de la seguridad vial. En TDR, fue necesario establecer nuevos procesos, crear conciencia de la relevancia de la seguridad vial y crear comportamientos ideales en los colaboradores.

Miguel Guzmán detalla que lo anterior significa un cambio en la cultura organizacional. “Es un proyecto que debe ser institucional y estratégico dentro de la organización. Sin el respaldo de la alta dirección, hay una alta probabilidad de que no prospere”, indica.

Los siguientes pasos son construir un mapeo de procesos, seguido de un análisis de riesgos con enfoque en seguridad vial e implementar la documentación del sistema de gestión, es decir, acercarse a los responsables de cada uno de los procesos y verificar que lo que ya está escrito o establecido se ejecute como tal.  

“No (se trata) solo de lo que está en ese documento, sino las herramientas de soporte. Es decir, formatos, autorizaciones, seguimientos, entre otros. Se tiene que aplicar, por ejemplo, la inspección de un vehículo para que se le autorice salir a su ruta y debe quedar establecida en un formato y validado por el personal con fecha, nombre, firma, operador”, explica el especialista. 

Esto servirá como respaldo en una bitácora o registro para la siguiente etapa, en la que se pedirá evidencia, la cual debe ser auditable y tangible. “No solo es un documento escrito, éste contiene herramientas que ayudan a la gestión”, añade.

Desde esta última fase, el proyecto entrará en una etapa de madurez y generará evidencia, lo que servirá para implementar una verificación interna y corroborar el funcionamiento del Sistema de Gestión de Seguridad Vial. 

Una vez que se termina este rubro viene la verificación externa, que no es otra cosa que la certificación de un tercero en todo lo implementado. De ésta pueden resultar observaciones menores o mayores o no conformidades, y se da la oportunidad para que la empresa haga los ajustes necesarios. Una vez completado, se acredita a la organización para obtener la certificación de la NOM 39001:2012. 

Para TDR, el objetivo principal de iniciar este proceso de certificación fue velar por la integridad de sus conductores y ofrecer las condiciones óptimas para que desempeñen su actividad de forma segura y digna.

Luego de dos auditoría de Lloyd´s Register a sus procesos, documentación e implementación del Sistema de Gestión en Seguridad Vial, Grupo Senda –empresa de transporte líder en el noreste del país– logró la certificación.

De acuerdo con sus directivos, es un logro de una labor de autoconocimiento y compromiso total de la Dirección de la empresa. “Este 2019, nos dedicamos a identificar posibles hallazgos y a reducirlos, verificando nuestros indicadores e implementando acciones de mejora”, señaló Jorge Ramos, director de Senda Citi, división del transporte de personal de Grupo Senda, en la ceremonia de acreditación.

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