La emergencia sanitaria derivada por la pandemia de COVID-19 significó un duro golpe para las economías de todo el mundo, y la frontera norte de México no fue la excepción, pues acostumbrada a una intensa actividad con el mayor comprador del planeta, ahora debe adaptarse para seguir impulsando su desarrollo industrial.

A pesar de la emergencia sanitaria, la frontera norte continúa abriendo espacios de desarrollo y fortaleciendo relaciones internacionales gracias al atractivo que han ganado algunas entidades para el establecimiento del nuevo orden de los mercados internacionales y al exponencial crecimiento del comercio electrónico, lo que ha hecho cada vez más urgentes y necesarios los asentamiento de centros de última milla y logística, convirtiéndose así en áreas estratégicas para el traslado de mercancías.

La zona norte se mantiene como un punto estratégico para el desempeño económico del país, debido a su cercanía con Estados Unidos y su vocación industrial, así como la amplia presencia de empresas de la industria manufacturera, que de acuerdo con el último registro del Banco de México se mantuvo como la industria que más inversión extranjera captó en el país durante el primer semestre del año.

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Como puede observarse en Tijuana, Baja California, la acelerada industrialización cerca del puerto de entrada de Otay Mesa, así como su ubicación -clave para recibir y entregar materiales a tiempo por mar tierra, o aire-, permitió que durante el último año recibiera importantes inversiones por parte de empresas relacionadas a la proveeduría de servicios para el comercio electrónico.

En un panorama como el que se presenta para Tijuana y otras zonas del norte del país, de acuerdo con un análisis de mercado realizado por el proveedor de soluciones logísticas, almacenaje y distribución, Ryder México, existen elementos clave de la cadena que deben ser aprovechados como eje de desarrollo y crecimiento para las industrias existentes, entre los que destacan cinco componentes logísticos clave:

  1. La mejora de servicios de última milla, que permitan agilizar el movimiento de mercancías de las empresas que tienen como objetivo extender su mercado al terreno digital.
  2. Incrementar los centros de almacenaje para facilitar el movimiento de mercancías de las empresas exportadoras hacia el consumidor final en México, haciendo más eficientes los costos de operación.
  3. Una eficaz planeación logística para cubrir las demandas para el traslado y cruces fronterizos de productos terminados desde origen ya sea a un cross-dock (o cruce de muelle) en México o directo a puntos cercanos a la frontera como Los Angeles o San Diego, poniendo un especial énfasis en modernizar y simplificar los procesos de entrada y salida de mercancías en aduanas.
  4. Contar con capacidad de almacenaje y cross-dock, además de movilidad terrestre para satisfacer la demanda nacional, las cuales pueden ser aprovechadas por la industria de consumo, por poner un ejemplo, que en muchos casos no cuentan producción en el noroeste y que requieren de servicios de distribución doméstica a detalle en la región, además de entregas directas de bienes perecederos que de la región pacífico requieren abastecer al mercado de California.
  5. La implementación de servicios y equipos 100% dedicados para el transporte y envío de mercancías, que permitan aprovechar la posición estratégica de ciudades como Tijuana, que se beneficia de sus distintos puntos fronterizos y su cercanía con la zona de Otay que resulta atractivo para importantes proyectos de inversión.

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En este contexto, «las principales empresas del sector logístico deberán utilizar su amplia oferta de servicios relacionados con la Gestión de Cruces Fronterizos, Operaciones de Cross-Dock y Distribución, Administración de inventario del proveedor (VMI) y Arrendamiento de unidades de transporte, para impulsar el desarrollo de estos elementos, brindando soluciones transfronterizas completas con capacidad de proporcionar una planeación logística integral en este mercado», destacó el análisis de la firma especialista en cadenas de suministro, transporte dedicado y soluciones de gestión de flotas.

La evolución de estos puntos abriría una ventana de desarrollo para el sector, pero también beneficiaría a un mayor número de empresas manufactureras, agregó el reporte.

Al decidir gestionar el almacenamiento de su materia prima, su logística y distribución con un tercero, estas compañías podrían optimizar su espacio para tener mayor líneas de producción al eliminar los almacenes internos, así como contar con mayor infraestructura y capacidades logísticas que por sí mismas sería difícil o costoso de tener, mejorando factores económicos y de producción.

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