La crisis de semiconductores en la industria automotriz se extenderá durante el próximo año y sus efectos se sentirán aún a inicios de 2023, estimó Guido Vildozo, analista de IHS Markit.
Durante su participación en el segundo día de actividades del Foro Automotor AMDA 2021, el especialista expuso que los principales proveedores de semiconductores planean incrementar entre 6% y 8% la disponibilidad de estos componentes para la industria automotriz.
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Ante lo anterior, dijo, que “esta crisis se extiende y no vemos un ciclo de normalización hasta finales del próximo año, comienzos de 2023”.
En la conferencia titulada “Crisis de semiconductores y su impacto en la industria automotriz”, el especialista de IHS Markit explicó que la industria automotriz solo tiene entre seis y ocho semanas de visibilidad a la disponibilidad de chips, lo cual indica que habría disponibilidad de producto para diciembre y Estados Unidos va a tener que acaparar todo ese volumen de producción.
La mayor limitante de ventas que vamos a tener, en por lo menos un año y medio, es la disponibilidad de producto, dependiendo de cúal será el comportamiento de semiconductores en el entorno global”.
La capacidad normal de una planta es de 250 mil unidades, imaginen que hemos tenido un golpe a más de 40 plantas, eso no ha parado, se va a extender a lo largo de 2022”.
Guido Vildozo, analista de IHS Markit.
El analista expresó que la capacidad de producción actual de la industria automotriz a nivel global está 20% por debajo de la demanda en el mercado. En el caso específico de Norteamérica, añadió, la producción de vehículos en un ciclo normal es de entre 16.5 y 17 millones de autos al año, y en 2022 se estará muy por debajo de ese parámetro.
Los factores que han agudizado la crisis de semiconductores a nivel global son la persistencia de casos de COVID en el sureste de Asia, importante región productora de los componentes; el cierre de fronteras y la falta de disponibilidad de recursos humanos.
Otro factor de fondo es que la mayor parte de los semiconductores utilizados en la industria automotriz son antiguos y no muchos pueden producir, pues las empresas están renuentes a hacer inversiones en este tipo de semiconductores, cuando se está en un proceso de cambio hacia los vehículos eléctricos, explicó el especialista de IHS Markit.
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