La prolongada estadía del desabasto de semiconductores a nivel global, uno de los efectos que acarreó la pandemia, se convirtió en un bache que llevará a la industria automotriz de México a hilar un año más de números rojos. 

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En conferencia de prensa mensual, Fausto Cuevas Mesa, director general de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), expuso que esta problemática originada por el COVID-19, y agudizada por sus variantes, llevará a la industria a cerrar en números de producción y exportación inferiores a 2020. 

Hemos reconsiderado el posible cierre tanto de producción y exportación, y en este sentido estimamos que tendremos cifras cercanas a lo sucedido el año pasado, pero muy probablemente por debajo a lo que sucedió en 2020, con una disminución que pudiera ser de 4.7% a 5.0 por ciento”.

Fausto Cuevas Mesa, director general de AMIA. 

El mes pasado, el líder de los productores de vehículos ligeros pronosticó que la producción de autos caerá entre 4.7% y 5% anual, mientras que para las exportaciones estimó una contracción de entre 3.8% y 4.2% este 2021 debido, principalmente a la escasez de semiconductores. 

A finales de 2020, cuando el desabasto de semiconductores no se visualizaba como un factor que afectaría la disponibilidad de modelos para abastecer la demanda, la AMIA previó una recuperación de 12% anual para la producción y las exportaciones. 

A octubre pasado, la producción de autos totalizó 2 millones 520,488 unidades, apenas 1.89% más que en los primeros 10 meses de 2020. En el caso de las exportaciones sumaron 2 millones 239,174 unidades, es decir 5.67% más que en 2020. 

De cumplirse los estimados, la producción de vehículos ligeros tendría en 2021 su cuarto año de retrocesos. En 2018 la producción cayó 0.4% a 3 millones 918,603 unidades; en 2019, el retroceso fue de 2.7% a 3 millones 811,068 autos; y ya en 2020, con la pandemia, la producción se hundió 20.2% a poco más de 3 millones de autos. 

Con la crisis de semiconductores que llegó para frenar el proceso de recuperación de la industria automotriz, después de mantener la maquinaria apagada por al menos dos meses, para evitar la mayor propagación de la pandemia, la AMIA prevé que se logrará alcanzar los niveles de 2019 hacia 2024. 

Expertos coinciden que el desbasto de semiconductores para la industria automotriz en el mundo se extenderá hasta la segunda mitad de 2022, mientras que la normalización en la producción de vehículos será posible a finales de ese año o inicios de 2023. 

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