La crisis de la economía nacional y el encadenamiento de los sectores y proveeduría están impactando a los servicios logísticos y de transportación.

Aunque el autotransporte de carga es parte de las actividades económicas esenciales que no pararán tras la declaratoria de emergencia sanitaria del Gobierno federal, el sector ya resiente el golpe de la baja, lo que se traducirá en un menor flujo de efectivo. 

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El sector empresarial requiere poner en marcha medidas que permitan la protección de los empleos y una recuperación inmediata en un entorno de crisis económica, sin incentivos fiscales y sin un plan estratégico del Gobierno federal para reactivar la economía nacional. 

Ante un escenario inédito e histórico, éstas son las propuestas que fiscalistas especializados sugieren a los empresarios del autotransporte para amortiguar el golpe de la crisis en el país.  

  • Proyecciones financieras 

PKF México indica que todo empresario en el sector transporte y logística, debe contar con un modelo de utilidad y de negocio bien estructurado. 

Con el primer trimestre concluido, se requiere realizar proyecciones financieras de abril, mayo y junio. Y con el antecedente de marzo, mes en el que en el país inició la contingencia por COVID-19, se puede revisar cómo disminuyeron los ingresos y, con ello, estimar qué viene para cada mes del segundo trimestre. 

De acuerdo con la consultora, al momento de estresar o disminuir las ventas en la compañía, el costo variable –si está bien definido– se va a modificar en la misma proporción de siempre. Con ello es posible determinar el panorama para los siguientes meses.

En la misma disminución del ingreso, explica José Ángel Trillo, Socio Director de PKF México, se reduce el costo indirecto y el gasto fijo; ambas variables impactarán de forma importante. 

“Si no lo prevemos en estas proyecciones financieras, el momento de crisis obligará a los empresarios a tomar decisiones no consensuadas y arrebatadas, como un recorte de personal. En consecuencia, pueden generar problemáticas importantes en su misma operación. Ya no tanto en el flujo de efectivo, sino en el mismo negocio en marcha”, detalla el especialista. 

Entonces, la proyección financiera permitirá conocer el punto de equilibrio de la empresa, en qué momento los directivos deberán tomar decisiones y hacer un plan. 

  • Proyección fiscal

Ésta se deriva de la proyección financiera, explica PKF México. El objetivo es conocer la carga tributaria de la empresa y, luego, definir –dentro de un marco legal– cómo diferir algunos impuestos, con el objetivo de encontrar una oportunidad para salir de la crisis ante la disminución de los ingresos por la desaceleración económica.

“Existe la posibilidad (de diferir los pagos al SAT), con ciertos riesgos medidos. Se trata de hacer planeaciones fiscales para patear un poco el balón y ganar espacio para poder salir de los tres meses más estresantes”, expone José Ángel Trillo.

El especialista sugiere observar qué gastos fijos van a derivar en ciertas contribuciones. Uno de ellos –al conservar el empleo de los trabajadores– lleva a desembolsar pagos de Seguro Social, INFONAVIT, ISR e impuestos estatales (pues algunas entidades no han generado diferimientos o estímulos).

  • Un nuevo presupuesto 

Las empresas de transporte requieren un plan o un nuevo modelo de presupuesto para lo que resta del año a fin de enfrentar la crisis.

“Proyectar a junio es estresar la parte más importante de esta crisis; pero eso no me llevará a mantener el negocio en una marcha normal, como se venía haciendo el año pasado, o hace dos”, aclara José Ángel Trillo.

Al finalizar el segundo trimestre del año, advierte, las empresas saldrán disminuidas y deberán retomar el camino y su operación poco a poco, realizar las inversiones necesarias para crecer, pero –definitivamente– no será de un mes para otro. 

Por lo tanto, el presupuesto con el que pensaban transitar este 2020 tiene que ser totalmente modificado. 

“Con las dos proyecciones y el presupuesto 2020 conocerán, exactamente, en qué mes están en punto de equilibrio, en qué mes empezarán a salir de él y cómo llevarán su proyección ante la crisis”, agrega.

  • Cuidar la fuerza laboral 

El capital humano es lo más valioso de cualquier empresa. 

“Pueden pasar meses de crisis, pero si el elemento humano que vale la pena lo pierdes, levantarse en el camino será mucho más largo”, manifiesta Álvaro Cordón, Presidente del Consejo de Bureau Profesional de Servicios.

De acuerdo con el experto, se debe proteger al personal interno –el capital más importante de las empresas– y al externo –basado en el equipo de asesoría–. 

“Cuando se experimentan crisis, lo primero a lo que recurren las empresas es a cortar el recurso humano externo. Eso es equivocado: deben cuidar a los asesores de estrategia para que puedan, junto con su equipo interno, salir en el momento en el que se requiera y estar arriba. Si la gente recorta gastos por cortarlos, va a quedarse abajo”, añadió. 

La consultora GLF México propone, además, considerar un arreglo con los trabajadores y negociar la suspensión –de mutuo acuerdo– del sueldo por un periodo, o transformarlo en vacaciones.

  • Ser cauto en el endeudamiento 

En este escenario de crisis, las empresas deben evitar realizar cualquier adquisición de activos en dólares. El tipo de cambio pasó de 19 pesos a cotizarse entre 24 y 25 pesos. Se prevé que se mantenga volátil.

Es de vital importancia que aquellas compañías que tengan un endeudamiento en moneda estadounidense –y no hayan adquirido coberturas cambiarias–, intenten renegociar con las financieras poder extender el plazo del pago. De otra manera, registrarán una gran pérdida cambiaria. O bien, pelear para que se cubra al tipo de cambio que se adquirió.

Además, si se tienen activos en arrendamiento, negociar para extender el plazo de pagos.

  • Adherirse al convenio IMSS-CANACAR

Éste ofrece al sector transporte facilidades en la forma de pago del Seguro Social que cubre a los colaboradores; de otra manera, sería extraordinariamente costoso, indica el Bureau Profesional de Servicios.

  • Integrarse al Régimen de Coordinados

Todos los proveedores de servicio de autotransporte federal pueden tributar, bajo este régimen, conforme al flujo de efectivo. Estas empresas y las auxiliares de transporte pagan el ISR solamente cuando cobran, detalla GLF México. Lo mismo con el IVA, si tienen flujo de efectivo, entonces tienen que tributar. 

“Es un plus para los sectores primarios, como el agrícola y el de transporte. Mientras no cobren por sus servicios, no pagan impuestos”, explica Fernando Villarreal

  • Aprovechar los beneficios fiscales locales

Revisar los estímulos fiscales a nivel estatal: “Aunque no son lo que quisiéramos porque abordan, por ejemplo, el impuesto sobre nómina y unos muy concretos; sí son de ayuda”, opina Villarreal. 

Gobiernos como el de Edomex, CDMX, Nuevo León o Jalisco ofrecen ciertas medidas especiales y algunos han determinado extender el plazo para el pago del impuesto local.

  • Revisar saldos a favor de años anteriores 

Que las empresas profundicen sus análisis en materia fiscal para detectar si hay algún saldo a favor o pérdida fiscal que pudieran aplicarse en este momento.

“Todo eso va a representar dinero. Si pueden aplicar un saldo a favor de años anteriores, podrían aprovechar los recursos para el pago de impuestos en este momento. Conviene revisar muy bien nuestro historial fiscal contable”, agrega Villarreal. 

  • Negociar con acreedores

Las empresas transportistas comúnmente adquieren parte de su flota a través de financiamiento, por lo que es clave hablar con cada banco o financiera de marca con la que sea hayan contraído compromisos de crédito y/o arrendamiento para negociar la mejor forma de enfrentar las obligaciones de pagos.

«Esto requiere un análisis caso por caso y empresa por empresa», destaca Miguel Ángel Carrión, director de operaciones de Daimler Financial Services México. 

En caso de tener otros proveedores de alto impacto financiero, es importante entablar comunicación con cada uno de ellos y encontrar soluciones ganar-ganar. 

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