La pandemia de COVID-19 desencadenó una carrera para desarrollar nuevas vacunas contra el SARS-CoV-2 y, una vez aprobadas, su distribución en el mundo retará a los operadores logísticos para su transportación.

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Un estudio de DHL, en colaboración con la consultora Mckinsey & Company, identificó que actualmente existen unos 250 candidatos en diversas fases de desarrollo que aspiran a convertirse en la vacuna que permita frenar a este nuevo coronavirus. 

La producción de cantidades suficientes para responder a la demanda requerirá innovaciones en su fabricación, mientras que las cadenas de distribución ya han comenzado a proyectar la logística en todas las regiones del mundo.

Claudia Roa, VP de Ciencias de la Vida y Salud de DHL Americas, explicó que la compañía de servicios logísticos detectó que los desafíos logísticos para todos los que participen en la distribución de la próxima vacuna se encuentran en los volúmenes que cada país requerirá, la urgencia en su entrega y, especialmente, el correcto control de la temperatura. 

Se trata de asegurar la capacidad aérea y terrestre para la transportación, que la vacuna mantenga sus condiciones de temperatura tanto en el recorrido de última milla como al llegar al punto de vacunación, estar seguros que hay una trazabilidad total y que se está monitoreando permanentemente para no perder la efectividad del antivirus”, explicó la experta en entrevista para TyT.

De acuerdo con DHL, las vacunas probablemente serán transportadas por carga aérea en las distancias más largas, y el manejo de la temperatura de las vacunas puede ser uno de los mayores retos, tanto en el transporte internacional como el doméstico.

Especialmente porque algunas –según su producción– requerirán niveles de entre -70 y -80 grados centígrados; es decir, congelamiento, a diferencia de las vacunas tradicionales, que se sitúan en el rango de los 2 a -8 grados centígrados. 

“Lo último que queremos es que las vacunas se pierdan debido a un mal manejo logístico”, manifestó Claudia Roa. 

Explicó que se requerirá contar con sensores de temperatura en el transporte, lo que demanda una total coordinación y planificación entre el Gobierno y las compañías que vayan a prestar los servicios logísticos.

De acuerdo con el análisis de DHL y Mckinsey & Company, las potenciales vacunas se están desarrollando en múltiples plataformas, y cada una de ellas genera una respuesta inmune a través de un mecanismo diferente. 

Cuatro de las seis vacunas más avanzadas, por ejemplo, se basan en plataformas bastante nuevas o incluso experimentales, mientras que dos están basadas en plataformas tradicionales. 

Las diferentes plataformas plantearán probablemente requisitos diferentes de temperatura en su distribución y almacenamiento.

En consecuencia, las capacidades de distribución regionales, así como la sostenibilidad del embalaje y el transporte dependerán probablemente de si los requisitos de temperatura para obtener vacunas seguras y eficaces giran en torno a los -80°C o se sitúan más bien en el rango de los 2 y -8 grados centígrados.

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