Antes del conflicto armado entre Rusia y Ucrania, la industria de semiconductores y chips ya enfrentaba una escasez importante debido a las interrupciones de la cadena de suministro que provocó la pandemia de la COVID-19, sin embargo, la situación de la guerra podría empeorar la crisis actual, advierte Maersk.

La empresa de transporte y logística explicó en su informe de perspectivas de coyuntura mundial que Ucrania es un importante productor de neón, mientras que Rusia es un productor clave de níquel, platino, plata y paladio (Rusia produce el 45.6% del paladio utilizado en el mundo).

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Todos estos elementos son ingredientes esenciales en la industria de semiconductores, por ello, Maersk enfatizó que si la situación sigue evolucionando, los precios de este material clave para la industria automotriz, no solo incrementarán, sino que se agudizará la escasez de suministros.

La empresa agregó que la guerra ha traído consigo nuevos desafíos a la economía global que comienzan a verse reflejados en los precios de la energia, del petróleo, que ya se negocia por encima de los 100 dólares el barril.

Asimismo, el transporte ferroviario, aéreo intercontinental y marítimo se ve afectado, lo que conlleva al incremento en el costo de los productos básicos. El trigo alcanzó su precio más alto en 14 años, dado que tanto Rusia como Ucrania representan un gran componente del 14% del trigo, el 19% de la cebada y el 4% del maiz, que se ingieren en todo el mundo.

Aunado a ello, los brotes de COVID-19 y bloqueos en China no se detienen, por lo que siguen jugando un papel importante en la interrupción de las cadenas de suministro globales.

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Maersk

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