El Producto Interno Bruto (PIB) turístico se hundió 26.7% en 2020, el mayor retroceso desde el que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) tiene registro, de acuerdo con cifras originales. 

Como se esperaba, las restricciones a la movilidad, a los comercios y servicios relacionados con la actividad turística el año pasado, así como el daño de la pandemia al empleo y los bolsillos de la población causaron en el turismo un retroceso histórico.

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Los Indicadores preliminares del Trimestrales de la Actividad Turística (ITAT) revelaron que, dentro del PIB turístico, los servicios –donde se engloba al transporte, hospedaje y restaurantes, entre otros– se contrajeron 28.8% en cifras originales. 

En tanto, la producción de bienes para el turismo tuvo una caía de 26.7% respecto a un año atrás, cuando ya presentaba una contracción de 1.8% por efectos de la desaceleración de la economía. 

El PIB turístico cayó 3.2 veces más que la economía nacional, la cual tuvo un retroceso de 8.2% en 2020, de acuerdo con las cifras originales del Inegi. 

El turismo vivió su momento más complejo en el segundo trimestre del año –periodo en que se vivió el máximo de restricciones por el brote del recién llegado virus al país– con una contracción anual en el PIB turístico de 47.3 por ciento. 

En el tercer trimestre su ritmo de contracción fue de 27.5 por ciento, mientras que en el cuarto trimestre el retroceso fue de 23 por ciento, refieren las cifras originales del PIB turístico reportado esta mañana por Inegi. 

La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) informó que la demanda de transporte turístico por carretera cayó 39.2% en 2020, su mayor descenso reportado para el autotransporte federal.

El año pasado, el servicio federal prestado por el transporte de excursión, turístico, de lujo y de chofer guía transportó a apenas 410 mil pasajeros, nivel de demanda registrado hace 23 años –en 1997 el transporte turístico movilizaba a 249 mil personas–. 

Eb este contexto, Gabriela Siller Pagaza, directora de Análisis Económico-Financiero de Banco BASE, previó que la completa recuperación de la actividad turística del país se dará a finales del próximo año o a inicios de 2023, debido a las distintas olas de contagios por SARS-CoV-2, mientras que, en el camino, la reactivación estará impulsada principalmente por dos factores.

El primero, señala la analista, se deberá al avance en la inmunización de la población en México y Estados Unidos, el principal mercado emisor de turistas que arriban al país; y el segundo, a que la población ha adoptado en su vida cotidiana cuidados sanitarios como el correcto uso del cubrebocas, la sana distancia y la desinfección de manos, lo cual genera más confianza para salir a pasear, después de un año de encierro.