México tiene una posición geográfica y una oportunidad histórica para insertarse en la economía de América del Norte a través de la relocalización de empresas en el país, el llamado nearshoring, pero existen una serie de focos rojos que se deben atender para aprovechar esta oportunidad, como un entorno de elecciones para 2024.

Jaime Zabludovsky, presidente ejecutivo del Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo (ConMéxico), advirtió que en 2024 se tendrán elecciones en México y en Estados Unidos, con la posibilidad de que en el vecino país del norte esté de regreso el presidente Donald Trump, entonces existe el riesgo hacia 2026, cuando se revise la vigencia del TMEC, se tenga como presidente de Estados Unidos a un personaje que amenazó con salirse del tratado. 

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Cuando se hizo la negociación del TMEC para 2026 porque pensábamos que con eso íbamos a brincar la reelección posible del presidente Trump, nunca nos imaginábamos que iba a perder, no sólo lo imaginábamos, sino que lo deseábamos, pero nunca nos imaginamos que iba a ser el candidato más importante, por lo menos hasta ahora, cuatro años después”.

Jaime Zabludovsky, presidente ejecutivo de ConMéxico.

En su participación en el foro del Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y de Exportación (Index) el especialista identificó tres factores que impulsan a que empresas se instalen en México con la ola del nearshoring.

Tres fuerzas a favor del nearshoring

El primero fue la guerra comercial del presidente Trump contra China, que provocó el alza de aranceles con respecto al país asiático; entonces México y otros países que competían con China se volvieron atractivos para sustituir las exportaciones de ese país a Estados Unidos.

El segundo fue la interrupción de las cadenas de suministro y la lección de la importancia de estar no sólo en el “just in time” (justo a tiempo) sino también en el “just in case” (por si acaso), es decir, tener redundancia en la cadena de suministro, estar cerca del mercado del destino, del mercado de consumo y eso también hace a México muy atractivo.

La tercera fuerza que impulsa el nearshoring actual son las tensiones geopolíticas, empezando por la guerra entre Ucrania y Rusia, que también demostró no sólo la importancia de estar cerca, sino cerca de mercados que son confiables y que no se van a interrumpir con conflictos armados.

El entorno retador para la región T-MEC

Para Jaime Zabludovsky existe un entorno complicado para para aprovechar estas tendencias ya sea porque los gobiernos o no están muy comprometidos tratado o están distraídos con otras cosas como es el caso de Estados Unidos que está distraído con China, Ucrania y con sus propios procesos políticos internos.

Además, existe la agenda que no es comercial, pero que afecta en la frontera como es la migración, el tráfico de armas y tráfico de drogas.

Otro de los retos relevantes es que durante la vigencia del TLC por más de dos décadas sólo se tuvieron dos problemas importantes, uno de ellos fue el transporte transfronterizo; en tanto que en los tres años que llevan del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) hay una serie de conflictos.

Enumeró que se tiene el problema de las reglas de origen, el panel que pidió Canadá en el tema lácteos, las consultas energía que no han llevado a ningún lugar, la solicitud de panel de maíz y también la aplicación de la legislación laboral en México y su potencial verificación a través del mecanismo de acción rápida y que a la fecha lleva 13 casos.

Entonces, por una parte tenemos una gran oportunidad histórica de aprovechar la inserción de México en la economía de América del Norte, pero para aprovechar esa oportunidad, hay que estar muy consciente de qué hay una serie de focos rojos que hay que ir atendiendo para reducir estos riesgos, reiteró.

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