El sueño de Ernesto Gaytán comenzó a gestarse en los talleres de Transportes Cuauhtémoc, donde se encargaba del mantenimiento de las unidades de la empresa regiomontana. Inmerso en aquel ambiente, su principal anhelo se concentraba en tener su propio taller, eso sí, de acuerdo con su testimonio, habría de ser el más grande y equipado.

No obstante, con el paso del tiempo se dio cuenta de que el mantenimiento era solo una parte de todo el negocio del autotransporte, en el que fue adentrándose mediante su incursión en el área administrativa, lo  que lo llevó a tomar las riendas de la gerencia de dicha compañía en Nuevo Laredo en 1986.

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Gaytán comenzó a familiarizarse con la operación en la frontera, la cual fue avanzando con lentitud; sin embargo, la dirección general de Transportes Cuauhtémoc alcanzó su mayor desarrollo en la operación de madrinas, por lo que decidieron cerrar su oficina fronteriza.

Con la experiencia que adquirió tras su gestión, el apoyo que recibió del entonces director general de Transportes Cuauhtémoc, Gerardo Elizondo, así como su visión para aprovechar las ventajas comerciales que suponía la llegada del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), Ernesto Gaytán decidió adquirir la oficina de Nuevo Laredo y comenzar a operarla de manera independiente.

En 1988, con un camión Ramírez 1958, STI comenzó a realizar cruces internacionales en la frontera norte, para un año más tarde, emprender la ruta Nuevo Laredo-Monterrey con tres camiones.

“Tener una visión a largo plazo, con metas a corto plazo”, es donde de acuerdo con el fundador de STI, radica la clave del éxito. Desde su perspectiva, la vida es muy sencilla, todo es cuestión de animarse a que las cosas sucedan: “La mayor parte de lo que quieres hacer, alguien ya lo hizo antes; lo importante es seguir ese ejemplo y mejorar lo realizado”, destacó.

Presencia en ambos lados de la frontera

Actualmente, STI opera en México, Estados Unidos y Canadá, países muy diferentes en cuanto a regulaciones, retos y problemáticas. No obstante, Ernesto Gaytán ha sabido enfrentarlos y entender las características de cada uno de estos mercados, haciendo gala de esfuerzo, disciplina, pleno conocimiento de la industria del autotransporte, pasión por su trabajo y del que él considera un factor indispensable: rodearse de un equipo talentoso y bien capacitado que sepa jalar la carreta hacia el mismo lado para mantenerla siempre avanzando.

Al respecto, el empresario reconoció que es fundamental invertir en la capacitación, ya que mediante ésta es posible contar con gente más preparada, lo que a la larga ofrece la posibilidad de dar pasos más sólidos y cumplir con las metas establecidas, entre las cuales, comentó, se encuentra la de alcanzar crecimientos anuales de 30 por ciento.

Orgulloso de ser mexicano y de pertenecer a una familia que le heredó la pasión por el trabajo y el actuar siempre con humildad, Ernesto Gaytán expresó su satisfacción por el hecho de haber forjado una compañía desde cero y posicionarla no solo a nivel nacional, sino del otro lado de la frontera.

“Es fácil que cuando te va bien despegues los pies del cielo, pero mi padre me enseñó que hay que tenerlos bien puestos en la tierra y así te irá mejor”, enfatizó.

Como mexicano, valora mucho la unión familiar, la calidez que nos identifica, el sentido del humor y la solidaridad que sacamos a flote siempre que se requiere.

Expresó que no ha sido fácil abrirse camino en Estados Unidos, ha sido un camino lleno de aprendizajes, de avanzar siempre al cobijo de la ley, el trabajo y la conformación de un equipo comprometido y apasionado por los buenos resultados.

Destacó que el hecho de operar siempre con formalidad y profesionalismo tanto en México como en Estados Unidos constituye la clave para cimentar una empresa sólida capaz de hacer frente a los desafíos que se presentan todos los días.

“La formalidad brinda la certeza de que las empresas sigan operando siempre”, detalló.

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Con base en su experiencia, comentó que el cumplimiento de las regulaciones, la supervisión de las autoridades, la apuesta por el capital humano y la adopción de la tecnología a favor de la seguridad y la eficiencia son los factores que permitirán el desarrollo del autotransporte nacional.

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