La Estrategia Nacional de Movilidad Eléctrica (ENME) plantea un ambicioso objetivo, en el que para 2030, el 50% de la venta en México de vehículos nuevos ligeros y pesados corresponda a unidades cero emisiones. 

Este documento, actualmente en revisión en la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (CONAMER), incluso plantea que la cifra logre el 100% en la comercialización de ligeros y autobuses para 2040.

Entre otras metas, señala que al principio de la próxima década las 10 ciudades y zonas urbanas del país con más altas emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) incorporen vehículos eléctricos a sus sistemas de transporte público.

Por otro lado, CALSTART, a través del programa Global Commercial Vehicle Drive to Zero, emitió una estimación igual de ambiciosa, que indica que México puede lograr que el 30% de las ventas de vehículos medianos y pesados nuevos sean cero emisiones para 2030, y 100% para 2040. 

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A detalle, estima que la adopción sea temprana en autobuses y vanes para pasajeros, considerando su amplia oferta y los proyectos que distintas ciudades del país ya tienen en marcha. Con ello, podrían acercarse a la totalidad del mercado de unidades nuevas para 2035. 

Le siguen los vehículos de reparto urbano, vanes de carga y las pick-up que, en aplicaciones comerciales, recorren distancias relativamente cortas y pueden recargarse durante la noche, cuando no están en servicio. El modelo de CALSTART muestra que, para 2030, más de la mitad de las ventas nuevas pueden ser cero emisiones.

Posteriormente, se colocarían los tractocamiones –primero regionales y luego de largo recorrido–, en los que la industria está demostrando madurez en cuanto a autonomía para estas aplicaciones, así como ajustes a la operación para hacerlo viable. 

Las estimaciones indican que los tractos eléctricos aumentarán su participación después de 2030, aproximándose a una cuota de mercado total en 2040. 

Finalmente, debido a sus menores volúmenes de producción y a ciclos de trabajo específicos, los vehículos vocacionales podrían ser los últimos en masificar su electrificación.

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