Si bien la digitalización de la gestión de flotas es una práctica que ha abonado a la eficiencia y control de las empresas transportistas, aún falta que el resto de los eslabones de la cadena (embarcador y receptores de la carga) se integren en una misma plataforma para que los procesos sean realmente interconectados y automatizados.

Así lo consideró Raúl Monroy, Director General de Transportes Monroy Schiavon (TMS), durante el webinar “Digitalización y control de datos en la gestión de flotas”, organizado por #SoyLogístico Asociación.

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El empresario reconoció que si bien la digitalización ha ayudado a concentrar la información de la compañía, ofreciendo control y una operación más enfocada al servicio, aún hace falta una conexión real entre el embarcador, transportista y el destinatario. “No existe, estamos cada quien con su tramo de tecnología, enfocado a sus problemas particulares, pero no hemos hecho ese paso de enlazarnos de una manera más eficiente”, comentó en este espacio.

Agregó que el reto principal como logístico y transportistas es mejorar el trabajo colaborativo entre todas áreas. “Ahí es donde está la clave de mejorar costos, mejorar operación y servicio”.

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Además, con esta integración de la digitalización, se podrá aprovechar al máximo la disponibilidad unidades y operadores, un tema fundamental considerando la escasez que actualmente enfrenta el autotransporte.

“Cuando analizas el tiempo desperdiciado de un camión y de un operador, es impresionante. Las horas que tenemos detenido a un operador en procesos de carga y descarga en la mayoría de los casos es una cosa exagerada”, expresó en este espacio creado por #SoyLogístico con el apoyo de Pulpomatic.

Si reducimos esos tiempos, tenemos más camiones, si tenemos más camiones, tenemos mayor oferta de transporte y a mayor oferta, es un mejor costo y todos ganamos”.

Raúl Monroy reveló que sólo ha visto ese nivel de integración en empresas de Estados Unidos, donde electrónicamente se piden el viaje, automáticamente el sistema lo acepta, genera toda la documentación para hacer el viaje, electrónicamente cae en el sistema de los involucrados, con información aduanal, número de la unidad y seguimiento del vehículo hasta que llega a su destino. “Sin que prácticamente nadie meta la mano y ha funcionado de una manera extraordinaria, evita horas de captura, errores y destinos que no eran”, señaló.

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Consideró que los transportistas se han enfocado en aplicar la tecnología, quizá por razones obvias, en la seguridad vial y patrimonial, y han olvidado crear sinergias con sus socios. “Vendemos kilómetros recorridos en el autotransporte y la tecnología nos ha ayudado pero nos hace falta que los eslabones que las otras partes  (el embarcador y el receptor) estén conectados”, enfatizó.