En plena adolescencia, César y Mario Marroquín arrancaron su vida profesional inspirados en el ejemplo de trabajo de su padre y sin más patrimonio que una retroexcavadora; más adelante, los jóvenes adquirieron un par de camiones de volteo, dando paso al nacimiento de Fletes Marroquín.

Desde entonces a la fecha, los hermanos Marroquín han dado muestra de esfuerzo y dedicación para sortear los obstáculos y consolidar una empresa exitosa que, hoy en día, cuenta con una flota de 200 unidades en configuración full y alrededor de 400 colaboradores.

De igual forma, aquella primera compañía conformada hace tres décadas dio origen a lo que actualmente es Grupo Marroquín, conglomerado constituido por 10 empresas pertenecientes a esta familia por cuyas venas corre la pasión por el autotransporte y la devoción por el trabajo duro.

César Marroquín, director general de Fletes Marroquín, comentó que a lo largo de este trayecto ha hecho frente a una serie de retos. Recordó que con solo 20 años de edad vivió su primera crisis, la que los llevó a empezar de cero. En 1994 incursionaron en Coahuila, experiencia que les permitió ir sumando territorios a su operación, llegando así a Tampico, Monterrey y Brownsville.

Desde muy corta edad, los Marroquín entendieron que el trabajo, esfuerzo y disciplina son elementos fundamentales para consolidar sus objetivos y dar vida a sus planes.

Al respecto, el directivo, comentó que esta idea ha hecho eco en las nuevas generaciones de la familia, pues todos han comenzando su andar en el autotransporte desde muy jóvenes, lo que les ha permitido construir un Grupo sólido y bien diversificado para dar solución a los diferentes requerimientos del mercado.

El directivo comentó que, de todas las crisis que han enfrentado en la historia de la compañía han salido fortalecidos y con nuevas oportunidades para seguir desarrollándose.

Como ejemplo, tras el periodo de pandemia, dijo, Transportes Marroquín tuvo la posibilidad de consolidar su operación en Manzanillo y, con orgullo, señaló que gracias a la diversificación de sus operaciones, la búsqueda de las eficiencias y su planeación estratégica pudieron superar el 2020 sin prescindir de ninguno de sus colaboradores.

Entre las claves para mantenerse como una empresa sólida con el paso del tiempo, César Marroquín destacó la flexibilidad para adaptarse al mercado, la posibilidad de llevar a cabo una transición exitosa hacia las nuevas generaciones, el proceso de institucionalización y el hecho de privilegiar la razón sobre el sentimiento.

De cara a los próximos años, el directivo manifestó la relevancia de seguir impulsando el servicio a sus clientes, apostar por la tecnología para incrementar la eficiencia de sus operaciones, cuidar a sus operadores y sacar el mayor provecho de sus unidades y de los atributos que éstas ofrecen.

Destacó su apuesta por la mejora continua y por una planeación estratégica a cinco o siete años con revisiones anuales.

De igual forma, enfatizó las inversiones que realiza la compañía en su capital humano, buscando siempre su capacitación, desarrollo y el objetivo de que sean productivos sin demeritar su calidad de vida.

Respecto a la visión que tiene de la empresa en la actualidad, comentó que la percibe fuerte, sólida y segura; atributos que prevé, seguirán vigentes hacia los próximos años, con la posibilidad de reportar crecimientos anuales de al menos 25 por ciento.

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