Dos camiones, una carga de fresas congeladas de exportación y la pasión heredada por el transporte, fueron elementos suficientes para que en 1980 comenzara a escribirse la historia de Frío Express, empresa comandada por Ramón Medrano, quien a lo largo de cuatro décadas ha dirigido la compañía sabiendo que el recurso humano es el más importante dentro de su organización.

El empresario relató que la historia de su familia en el autotransporte se remonta a la experiencia de su abuelo, quien fue uno de los fundadores de Omnibus de México, tradición que más adelante fue retomada por su padre, hasta que al inicio de la década de los 80, detectaron la necesidad de ofrecer un servicio de carga refrigerada de primer nivel, embarcándose así en la labor que los ha colocado como una de las empresas mejor posicionadas en el transporte especializado de mercancías.

Medrano comentó que durante los inicios de operación, tomaron como base los parámetros de competitividad establecidos por las empresas norteamericanas más desarrolladas, privilegiando en todo momento el recurso humano. “Desde entonces y hasta ahora, los operadores, personal administrativo, técnicos y fuerza de ventas, son el factor más importante para Frío Express”, enfatizó el transportista.

Ramón Medrano comentó que los operadores son la parte medular de la operación de la compañía, por lo que es indispensable ofrecerles un trato digno, que sientan el respaldo de la empresa y el reconocimiento por hacer bien su trabajo. “El objetivo es que cuando se integren a nuestro equipo, piensen que llegaron al trabajo donde se van a quedar toda su vida”, puntualizó.

Añadió que si bien es de gran relevancia ofrecer capacitación a su personal, también lo es brindar asesoría y preparación a sus familias, en especial a sus esposas, quienes reciben cursos de administración financiera y superación personal, pues de acuerdo con las palabras del entrevistado, no es nada fácil asumir la responsabilidad del hogar y de los hijos ante la ausencia del padre.

Una remuneración justa y a tiempo es un factor que Medrano considera determinante para mantener un buen clima laboral. Adicionalmente, señaló que la empresa otorga incentivos de productividad y rendimiento a sus operadores.

Después de su gente, el entrevistado le da importancia al uso de la tecnología en su operación. Muestra de ello es su flota que rebasa las 550 unidades, las cuales tienen una edad promedio de tres años y están equipadas con todos los sistemas de seguridad para cuidar la integridad  de sus operadores, garantizar entregas justo a tiempo y reducir estancias prolongadas en el taller a causa de reparaciones mayores.

Desde hace más de cinco años, la compañía incursionó como proveedor del sector automotor. Al respecto, el empresario detalló que aun cuando es una operación muy diferente al transporte refrigerado, ambos comparten el concepto de “justo a tiempo”, el cual tienen ampliamente dominado al transportar productos perecederos como alimentos, fruta, verdura, medicamentos, productos cárnicos e incluso flores.

De igual forma, manifestó que en el caso de la industria automotriz, la precisión en la logística es vital, lo que obliga a las empresas transportistas a cumplir con altos estándares de calidad y puntualidad que no retrasen el ensamble de unidades.

Ramón Medrano añadió que el éxito de su compañía está cimentado en las alianzas que han establecido, en primer lugar con sus colaboradores, con quienes se han comprometido a brindarles condiciones de trabajo dignas que promuevan su desarrollo personal, profesional y familiar. Otros de sus aliados son los proveedores, a quienes recurren para tener acceso a unidades, tecnologías, componentes y atención que privilegien la eficiencia y productividad de sus recursos.

Destacó que su cartera de clientes también es parte fundamental para impulsar la eficiencia de sus procesos y diseñar estrategias conjuntas que permitan que ambas partes optimicen tiempo y recursos.

Enfatizó que no le interesa sumar clientes que  lejos de ayudarles a promover una mejor operación, los hagan partícipes de una cadena de deficiencias, como dejarlos esperando con la carga en el camión, no valorar la labor de sus operadores o incumplir en tiempos de entrega y recepción de mercancías.

“40 años se dice fácil, pero todo empieza con una idea, un sueño. Podemos pensar que hoy es la etapa inicial de una empresa más grande”, expresó Ramón Medrano. 

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