El incremento de los precios en las economías, acarreado por la pandemia y agudizado por la guerra entre Rusia y Ucrania, aceleró el ritmo de crecimiento de los gastos del autotransporte de carga, a mayor velocidad que sus ingresos. 

El año pasado, los ingresos totales del autotransporte de carga avanzaron 7.1% respecto a 2021, de acuerdo con la Encuesta Mensual de Servicios (EMS). 

Se trató de un crecimiento importante, impulsado por la demanda de los servicios de traslado de mercancías; sin embargo, los gastos avanzaron a mayor ritmo. 

El índice que mide los gastos totales por el consumo de bienes y servicios del autotransporte de carga creció 7.8% en 2022, respecto al año previo. 

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Lo anterior quiere decir que, si bien, los transportistas enfrentaron una demanda fuerte, la cual impulsó los ingresos por la prestación de sus servicios, sus gastos de operación crecieron con más fuerza afectados por el alza en los precios de los insumos. 

Ingresos y gastos en 2021

En 2021, en pleno proceso de recuperación de la economía y de la demanda, los ingresos del autotransporte de carga crecieron 5.6% anual.

Esta alza estuvo impulsada tanto por una mayor demanda, como por una baja base comparativa, ya que en 2020 los ingresos del sector cayeron 9.0% anual.

Los gastos se alzaron a un ritmo de 7.8% respecto a 2020; el resultado también estuvo influenciado por una mayor operación del equipo de trabajo y por la baja base comparativa, puesto que la pandemia trajo un retroceso de 11.2% anual en los gastos. 

Ingresos del autotransporte de carga superan la pre pandemia 

El año pasado, los ingresos del autotransporte de carga superaron en 2.9% a los de 2019, refieren estimaciones propias con datos de la EMS, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Lo anterior, en un contexto de una fuerte demanda en el comercio exterior que inyecta fuerza al autotransporte de carga, especialmente al más relacionado con las exportaciones.  

Al mismo tiempo que han incrementado los ingresos, los gastos del sector también se han elevado respecto a la pre pandemia: en 3.3% entre 2022 y 2019. 

Los efectos del SARS-CoV-2 y sus variantes en la economía llevaron a los transportistas a sortear la falta de liquidez, con estrategias de reducción de costos para subsistir. 

Actualmente, enfrentan distintos retos que involucran no perder la rentabilidad, mientras mantienen, e incluso elevan, la calidad de sus servicios para conservar sus contratos en un mercado altamente competido.

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