En la actualidad, Grúas y Soluciones Logísticas es una empresa especializada en ofrecer servicios de grúas industriales, articuladas y maniobras especiales, pionera en este segmento, sin embargo, ocupar este lugar no ha sido sencillo y se ha requerido mucho trabajo y devoción por parte de su director general y de su padre, el fundador. 

Carlos Salas, director general de Grúas y Soluciones Logísticas (GSL), señaló que la compañía fue de las primeras en el país en ofrecer soluciones especializadas más allá de la carga regular, pues desde sus orígenes, en la década de los 50, ya hacía mudanzas industriales y hacía maniobras que no cualquiera sabía ni podía hacer con la tecnología disponible. 

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En aquellos inicios, el padre de Carlos Salas invirtió junto con un socio para comprar una camioneta y empezaron con maniobras muy particulares: trasladaron sinfonolas, pianos, rockolas y otros objetos que requerían cuidado y precisión, además, claro, de que cupieran en ese primer vehículo de la empresa. 

Carlo recuerda que desde niño su papá le contaba cómo hacían para mover tal o cual objeto, lo difícil que era, la cantidad de personas que se requerían para cargar, mover y acomodar cada cosa que subían a la camioneta. 

De hecho fue una de las primeras empresas en utilizar rampas hidráulicas y grúas articuladas en México. Las necesidades de los clientes eran tan particulares que ellos mismos fabricaban los instrumentos para cargar y hacer maniobras. Y al haber pocos participantes en este sector, ellos crecieron y siguieron aprendiendo a mejorar sus procesos. 

“Como egipcios trabajaban en esa época, cuadrillas y cuadrillas de personas para mover tubos, cables, poleas y cargar equipo de gran volumen o muy pesadas. Casi todo era manual y mi papá tuvo la visión de invertir en tecnología para facilitar el trabajo y ofrecer un mejor servicio”, recuerda Salas. 

Sus principales clientes fueron empresas acereras y fábricas que requerían mudar sus centros de producción. Con el paso de los años ya tenían más vehículos y mejor equipo para su operación. 

Sin embargo, en 1965 sucedió algo que puso en jaque tanto la continuidad de la empresa como la vida de su fundador, pues cuando conducía un camión éste se volteó y él quedó atrapado. No fue fácil, pero sobrevivió y decidió continuar, incluso después ya decía que él tuvo que iniciar la empresa dos veces: ésta era la segunda. 

Uno de los grandes hitos de la compañía sucedió en 1990, cuando se constituye formalmente la empresa bajo el nombre Grúas y Transportes Especiales Salas, un cambio de paradigma no solo en términos fiscales, sino de cara a los reto que enfrentarían con el cambio de siglo. 

Para aquellos años noventa hablar de logística era algo nuevo, y la empresa también fue pionera, ya que empezaron a especializarse también en las funciones al interior. Temas de planeación, estrategia y soluciones integrales ya eran parte de toda la ecuación.

En esa misma época fue cuando Carlos Salas se incorporó de lleno y encabezó esta transición. La demanda del servicio seguía creciendo y cada uno de los nuevos proyectos representó un aprendizaje y experiencia para seguir con las mejoras en los procesos. 

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En la actualidad, la compañía, ya bajo el nombre de Grúas y Soluciones Logísticas, funge más bien como un operador logístico y ofrece equipos con capacidad desde las tres hasta las 120 toneladas.

Cuenta con más de 50 socios estratégicos y, en total, emplea a más de 1,600 personas en todo el país. Uno de sus principales retos es mantener el liderazgo en este nicho y lo hará ofreciendo conocimiento, experiencia y toda la inteligencia que cada operación necesita. 

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