La importación de vehículos pesados usados incrementó 2% anual en agosto, comportamiento con el que sumó 10 meses de crecimiento ininterrumpido, refieren datos de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT). 

En el octavo mes del año ingresaron al país 873 vehículos pesados usados, 2% más respecto a igual mes de 2020; se trata de una moderada desaceleración desde el incremento anual de 2.4% marcado en julio pasado. 

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Con los efectos de la persistente pandemia y sus variantes en la economía del país aumentó la demanda de vehículos de carga usados en el mercado interno, a un ritmo superior que la venta de unidades nuevas. 

Por segmento, la importación de tractocamiones usados creció a un ritmo anual de 5.8% en agosto, desde una contracción previa de 1.8% vista en julio. 

En contraste, la venta de tractocamiones nuevos al menudeo retrocedió 0.6% anual en agosto, a 1,112 unidades, de acuerdo con los registros del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y la ANPACT. 

Dentro de la importación de vehículos pesados usados, ingresaron al país 256 unidades de pasaje usadas, 6.2% menos que las 273 unidades de agosto de 2020. 

Por primera vez en 11 meses, la demanda de vehículos de pasaje usados tuvo un retroceso en su variación anual, luego de alcanzar incrementos exponenciales de más de 200 por ciento.  

Un menor ingreso de estos vehículos usados estuvo acompañado de una mayor demanda de unidades nuevas, con la venta de 488 unidades de pasaje en agosto, un alza anual de 110.3 por ciento. 

En el acumulado, de enero a agosto de 2021, la importación de vehículos pesados usados alcanzó un total de 7,267 unidades, que comparadas con las 5,967 importadas en igual periodo de 2020, representan un incremento de 21.8 por ciento. 

Al respecto, la ANPACT reiteró que muchos de los vehículos usados importados son chatarra, y por lo tanto representan un retroceso en materia de seguridad, eficiencia y medio ambiente en perjuicio del bienestar de la población y de la reactivación económica. 

Estos vehículos usados afectan las condiciones en las que viajan miles de usuarios, así como los tiempos y costos de logística que se destinan a la movilización de mercancías, añadió. 

Dado que la flota vehicular del autotransporte en México tiene una antigüedad promedio de 19 años, el presiente de la ANPACT, Miguel Elizalde, expuso ue es necesario destinar recursos en el Presupuesto de Egresos de la Federación para la renovación de flota e incluir a la renovación en la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial. 

“La importación vehículos chatarra afecta directamente la recuperación económica, la creación de empleos y a toda la cadena productiva de la industria automotriz de vehículos comerciales de carga y pasaje”, concluyo. 

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