La industria automotriz vive un proceso de transformación que le darán gran dinamismo en los próximos cinco años, pero no necesariamente se reflejará en grandes inversiones para el país, evaluó Francisco Bautista, socio Líder del Segmento de Manufactura Avanzada y Movilidad de EY Latinoamérica Norte.

La industria automotriz se encuentra en un proceso de transformación y cambiará más en los próximos cinco años, que en los últimos 50 años. Sin duda. Por el tema de producto, de la movilidad, la tecnología y las restricciones que estamos viendo en el T-MEC”. 

Francisco Bautista, socio Líder en EY Latinoamérica Norte.

Durante la impartición del taller “El futuro de la industria automotriz”, el especialista expuso que, el sector en México enfrenta retos por la fuerte caída anual de 30.5% en las ventas de autos entre enero y septiembre, debido a los efectos de la pandemia en la economía de las familias, y cuya recuperación se prevé llegará en 2024. 

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La crisis económica desatada por la COVID-19 también trajo cambios en los patrones de consumo, pues ahora los clientes priorizan el precio de los vehículos, más que el factor costo-beneficio, como era en el pasado. 

Mientras que los más jóvenes están optando por trabajar cerca de casa. Hecho que los lleva a elegir otras alternativas de movilidad, que no implique la compra de un vehículo ligero. 

A esto se suman los cambios en el mercado internacional, donde México es el responsable de 18% de la producción automotriz a nivel América, con 89% de sus exportaciones dirigidas hacia Estados Unidos, su principal socio comercial. 

En Estados Unidos las generaciones más jóvenes ya no quieren sacar licencia, ya no les interesa el automóvil y prefieren métodos alternativos. Mientras que China, por primera vez antes de la pandemia, vio su mercado sin crecimiento, explicó el especialista. 

Este comportamiento en estos países, que acaparan más de 50% del mercado global de automóviles nuevos, indica que el consumo de automóviles no crecerá de forma importante. De hecho, hay expertos que aseguran que la venta de autos llegó a su tope.  

Adicional, la industria en México tiene una subutilización importante, pues trabaja a entre 50% y 60% de su capacidad instalada, la cual es de 95 millones de automóviles al año. 

Esta combinación de factores, expuso el Socio Líder del Segmento de Manufactura Avanzada y Movilidad de EY Latinoamérica Norte, refiere que la industria automotriz puede aguaren «muchísimos» años sin construir nuevas plantas. 

¿Eso qué va a significar para las inversiones que tenemos en México? Las inversiones en las armadoras no se van a detener, lo que veremos en inversión en los próximos años va a estar muy enfocado al producto: nuevos modelos, cambios de modelo y nuevas tecnologías, que van a requerir inversión para modernizar la planta”. 

Francisco Bautista, socio Líder en EY Latinoamérica Norte.

Pronosticó que serán muy pocas las armadoras que buscarán mayor capacidad de producción. 

Esa dependencia que tenemos con el mercado internacional, y sobre todo con el segundo mercado de todo el mundo, en la venta de automóviles es un riesgo para México y hay que vivir con él. La industria ha funcionado muy bien y está muy integrada, pero siempre habrá un riesgo porque las ventas locales no levantan”. 

Francisco Bautista, socio Líder en EY Latinoamérica Norte.

Otro de los retos que enfrenta la producción de automotores en México es el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), acuerdo que entró en vigor en julio pasado y que da certidumbre jurídica a las empresas, pero exige nuevas reglas que implican costos en un contexto de crisis económica y baja en la demanda. 

Refirió que las restricciones adicionales para la industria, incluidas en el T-MEC, tienen a dos grandes perdedores en el corto plazo: las empresas y el consumidor, por los traslados de los costos; mientras que el único ganador en el corto plazo es el gobierno, porque obtiene una mayor recaudación. 

No podemos quitar la vista en el renglón de los próximos cinco o 10 años, en que se vienen cambios dramáticos sobre cómo nos van a afectar las restricciones del T-MEC a futuro en la planeación de negocios”. 

Francisco Bautista, socio Líder en EY Latinoamérica Norte.

La industria automotriz en México también enfrentará mayores complicaciones para conseguir mano de obra calificada en una era tecnológica y la falta de infraestructura para transportar y alimentar a la población, dijo el experto de EY. 

En conclusión, Francisco Bautista expuso que la industria en México debe generar nuevas capacidades ante los retos en el corto plazo, sin perder las que ya tienen, “ México tiene una posición sólida, estable,  y fuerte en el tema de costos, productividad y capacidad. El tema es a futuro”, concluyó.