Sin duda, el 2020 fue marcado por la COVID-19 y las consecuencias que implicó su rápida propagación en todo el mundo. Sin embargo, el autotransporte siguió rodando y sobrellevando su propia agenda con problemas que ya venía arrastrando y otros que se hicieron más agudos durante la pandemia.

Por ello, el Termómetro TyT evaluó los aspectos que, además de la emergencia sanitaria, impactaron la operación de las flotas durante el año pasado, concentrando 362 votos a través del Twitter @revistatyt.

Así, en primera posición de este ejercicio de opinión colocó a la inseguridad como el principal impacto al sector en 2020, concentrando el 51.9% de la votación, equivalente a 188 opiniones a favor.

Sobre el tema, si bien de enero a noviembre, los datos de la Fiscalía General de la República (FGR) y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) refieren una baja de anual del 18.42 por ciento, ya son un total de 13,601 delitos contra el autotransporte.

El punto entre las Cámaras y Asociaciones del sector ha sido el mismo: el delito no desaparece, y, peor aún, reporta mayor violencia. Como muestra de ello, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) da cuenta que el 85.1% de los casos de robo implicaron violencia en los primeros 11 meses del año; mientras que Sensitech alertó que en el tercer trimestre de 2020, el 85% de los reportes implicaron privación de la libertad del operador.

En segundo lugar en el Termómetro TyT se colocó el flujo de efectivo en las flotas, aspecto que concentró el 21.8% de la votación, es decir, 79 opiniones a favor; y es que, derivado de las medidas para contener la pandemia, el comercio, servicios y la manufactura se alineó a determinadas restricciones, que incidieron en una disminución en la demanda de servicios de autotransporte.

El resultado: menos ingresos y menos flujo. La situación complicó el manejo de gastos de insumos, sueldos y renovación de la flota. Durante el 2020, los transportistas compartieron con TyT que este punto fue precisamente uno de los aprendizajes más relevantes del año y ahora reconocen más que nunca la importancia de contar siempre con líneas de crédito para disponer de ellas y guardar el recurso para cuando sea necesario; así como actuar rápido y no esperar a que la empresa se quede sin liquidez. La prioridad es proteger el flujo y extenderlo por el mayor tiempo posible.

Por otro lado, el 13.3% de los participantes en el Termómetro TyT, equivalente a 48 votos, consideró que los retrasos en los trámites de la Dirección General de Autotransporte Federal (DGAF), los cuales evidenciaron la necesidad de digitalizar procesos en esta oficina de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).

Desde marzo de 2020, la dependencia se vio obligada a cerrar sus instalaciones, dejando en el aire la necesidad de emitir permisos, placas y licencias, solo por mencionar algunas, para el sector que seguía trabajando para evitar el desabasto.

Considerando los primeros 11 meses del año, la DGAF ha entregado placas a 31,661 unidades motrices y de arrastre, 37.1% menos que las 50,394 contabilizas en el mismo periodo de 2019.

Finalmente, el Termómetro TyT indicó que el 13% de los votantes, es decir 47 personas, consideraron que el mayor impacto del 2020 fueron los bloqueos carreteros, tema que escaló a tal grado que el Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) tomó cartas en el asunto e instruyó a la Guardia Nacional un operativo especial que, al 30 de diciembre, evitó la pérdida de 9,597 millones de pesos por la toma de casetas.

De hecho, el Legislativo hizo lo propio y avaló la reforma a la Ley de Vías Generales de Comunicación, la cual prevé hasta siete años de cárcel para quienes lucren con la toma de casetas, así como sanciones económicas. 

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