Sin duda, uno de los temas más críticos que trajo la pandemia es la última milla. El continuo crecimiento del eCommerce y un consumidor cada vez más exigente, han hecho más compleja esta actividad; sin embargo, la inteligencia artificial puede ser un aliada para aumentar su eficiencia.

Por ello, el Consejo Nacional de Ejecutivos en Logística y Cadena de Suministro (ConaLog) reunió a los expertos en la materia para compartir su experiencia con la aplicación de las tecnologías 4.0 en la distribución secundaria, en el webinar “La importancia de la inteligencia artificial en la Industria logística de última milla”.

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Es necesaria, pero no suficiente

Para Andrés López Frisbie, Director Global de Logística de Bimbo, la inteligencia artificial, no solo en la última milla sino en toda la logística, ya no es no es un lujo sino una necesidad, pues se vuelve fundamental para dos elementos: la estandarización y procesos reales de mejora continua. Sobre este último aspecto, reconoció que las empresas siempre han trabajado por alcanzarlos, pero la inteligencia artificial ayuda a maximizarlos.

Eso sí, aclaró, estas tecnologías no reemplazan funciones en las humanas: “No se trata que la inteligencia artificial reemplace lo que hacemos y sigamos haciendo exactamente lo mismo; eso sería perder una gran oportunidad de hacer las cosas de manera significativamente diferente”, dijo en este espacio organizado por ConaLog.

Precisó que su implementación es necesaria pero no suficiente, pues no se trata de automatizar sin modificar el proceso, pues no se lograrían resultados muy diferentes y simplemente se van a obtener muchos datos sobre la operación. Es decir, monitorear sin un plan provocará que no se tomen las decisiones correctas.

En su opinión, utilizar la inteligencia artificial implica revisar y modificar procesos para combinar lo mejor de las personas y de las tecnologías para optimizar la operación en la última milla; por ejemplo, la tecnología puede detectar desviaciones en una ruta o distracciones en los operadores, y ahí es donde un responsable de la flota es quien toma las decisiones sobre lo que se debe hacer.

Entender la data

Por su parte, Antonio Domínguez, Director de Logística de Liverpool, señala el nuevo paradigma demanda llegar a cualquier lugar, en cualquier momento; por lo que la inteligencia artificial se vuelve clave para solventar las necesidades de los clientes; pero eso no basta y se requiere entender toda la data generada y cómo servirá para cada negocio, producto, forma de comercialización, tipo de consumidores.

“Todas estas cosas son las que hay que ingresar en estas máquinas de cálculo, porque hay tantas variantes y cantidad de data que recibimos, que es humanamente imposible validar y entender coincidencias, es imposible. El reto está en la inteligencia de diseño”, dijo el especialista.

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¿Qué valor aporta?

En su participación, Guillermo Pino, Gerente Nacional de Última Milla de Coppel, comentó que antes de iniciar con la implementación de inteligencia artificial, es necesario hacerse varias preguntas: si se cuenta con la infraestructura necesaria, cómo va a ayudar a mi operador, qué decisiones va a ayudar a tomar y qué valor aporta.

“Es muy claro que tenemos que responder esta pregunta para que sepamos qué clase de herramienta, qué tipo de tecnología o nivel necesitamos implementar”, expresó.

También se debe determinar si los datos se van a obtener son vigentes y cómo evolucionarlos constantemente conforme se mueven las necesidades y expectativas de los clientes: “Una ruta es diferente a otra año tras año, hay mayor densidad, captamos nuevos mercados; entonces la información evoluciona”, agregó.

Precisó que estos planteamientos ayudarán a las flotas a automatizar procesos, mejorar la toma de decisiones y llegar a los resultados que la flota se plantee.

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Ensayo y error

Hace algunos años, Estafeta comenzó a intentar implementar tecnologías que ayudaran a automatizar y sistematizar sus procesos; sin embargo, no todo salió como lo esperaban, recordó Fátima Verdugo, Directora de Planeación Estratégica de la compañía.  

“No sabíamos dónde estábamos parados; pero hoy en Estafeta ya aprendimos y entendimos lo que es la inteligencia artificial, tenemos más claro lo que nombramos sistemas expertos y lo que realmente es inteligencia artificial”, compartió.

Aseguró que hoy la compañía está encaminada en la adopción de estas tecnologías y lo que quieren lograr. Estafeta está implementando un sistema de automatización en la última milla, corrigiendo los errores del pasado y siguiendo cuatro pasos:

  • Determinar qué entregar y dónde. “En aquel entonces no sabíamos con claridad qué teníamos que entregar, ni de qué tamaño y peso, tampoco teníamos el 100% de las direcciones digitalizadas. Hoy es común que puedas hacer todo en línea”, dijo Fátima Verdugo.
  • Perfeccionar ubicación. En su experiencia, no todos los usuarios de sus servicios colocan bien sus direcciones y aún se comenten errores, pero se cuenta con un proceso de limpieza de información y algoritmos que descifren la ubicación que el cliente quiere indicar con esa dirección mal escrita.
  • Geolocalización. Los algoritmos ayudan a colocar la información en un mapa con la ubicación exacta para la entrega, un proceso complejo pues Estafeta maneja diariamente miles de ubicaciones diferentes.
  • Mitigar curvas de aprendizaje. Se trata de crear un sistema tan flexible de entregas, que integrar a nuevo personal que sin conocer una zona pueda mantener el nivel de productividad que ofrece la compañía.  

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