Recientemente, armadoras y asociaciones han promovido la adopción de vehículos eléctricos para segmentos de reparto urbano y última milla, los cuales ya son una realidad para el mercado mexicano.

Por ello, el Termómetro TyT de esta semana indagó –a través del Twitter @revistatyt– cuál es su mayor preocupación para que sus flotas implementen estas tecnologías.

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Así, en el 38% de los votantes compartió que la inversión inicial es su principal inquietud al momento de adquirir este tipo de vehículos eléctricos. Sobre el tema, tanto armadoras como especialistas, han señalado que, si bien el costo de este tipo de unidades es más alto, sus beneficios inciden en otros aspectos de las finanzas de la flotas como mayor eficiencia.

De hecho, Dennis Quennet, Director Ciudades y Transporte Sustentable de la Cooperación Alemana al Desarrollo Sustentable en México (GIZ México), señala que para adoptar este tipo de tecnologías, se debe mirar su impacto desde el punto de vista económico, social y ambiental; es decir, si bien hay una inversión inicial alta, se debe considerar cómo incide en la calidad de vida de operadores y usuarios, así como la calidad de aire.

Por otro lado, el 32% de los participantes en el Termómetro TyT consideró que la infraestructura energética es su principal preocupación. En este aspecto, las armadoras han compartido que esta oferta va más allá de ofrecer un vehículo y sus servicios postventa regulares, sino construir un ecosistema que incluya una infraestructura de carga para los vehículos.

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Incluso Julián Villarroel, VP Corporate de BYD e-mobility, consideró que con la electrificación, las flotas deben empezar a considerar que sus propios Cedis o patios deberán contar los servicios suficientes para solventar esta necesidad.

El experto dijo que los proyectos que se desarrollen no solo deben analizar los tipos de vehículos que se requieren, su capacidad de carga y el tipo de mercancías que movilizarán, sino qué tipo de subestación hay en el Cedis, qué tipo de energía recibe, cómo han llegado los recibos de luz, qué potencia tiene contratada la empresa.

Por otro lado, el Termómetro reveló que el 22% ve a los incentivos de Gobierno como un aspecto clave para la adopción de la electromovilidad.

Y es que en otros países, el ingreso de estas tecnologías ha venido de la mano de proyectos conjuntos entre sector público y privado, con objetivos claros y estrictos, sí, pero con recursos para incentivar y facilidades para la adquisición de estas unidades cero emisiones.

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En último lugar, con el 8% de los votos se colocó la capacitación a personal. Y es que es innegable que estos vehículos significan un nuevo paradigma para las áreas de mantenimiento y la actividad de los operadores. Sobre ello, las armadoras que han iniciado procesos para la adopción de electromovilidad, han ofrecido asesoría completa para las empresas en aras de sacar el mayor provecho a estas nuevas tecnologías.

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