El camino de Isuzu en México comenzó a recorrerse hace 15 años, pero más allá de la llegada de una nueva marca al país, su incursión representó toda una evolución en el modelo de distribución urbana que predominaba en aquel lejano 2005.

Al respecto, Hiroshi Ikegawa, director Comercial de la armadora japonesa en territorio nacional, comentó que en esa época, el panorama estaba dominado por la presencia de vehículos tipo pick up a gasolina, mientras que los camiones chatos permanecían ajenos a la realidad del mercado mexicano.

Poco a poco, sus atributos en rendimiento de combustible, visibilidad, maniobrabilidad, capacidad de carga y durabilidad, conquistaron a los transportistas mexicanos y los perfilaron como la opción ideal para las labores de distribución secundaria, principalmente entre las grandes flotas de la industria de alimentos y bebidas.

El directivo recordó que, a su llegada a México en 2009, jugaba con sus compañeros a contar los vehículos chatos que encontraban en su camino. Actualmente, dijo, observa con orgullo las vialidades dominadas por la presencia de estas unidades y recuerda que, en gran medida, Isuzu fue responsable de esta transformación.

A más de una década de distancia del arranque de sus operaciones en México, Isuzu ha colocado en el mercado más de 45,000 unidades. Al respecto, Ikegawa comentó que el objetivo es conquistar a la brevedad la meta de las 50,000.

Recordó que 2019 fue un año récord para la compañía en territorio mexicano, pues por primera vez en su historia logró superar la comercialización anual de 4,000 unidades. La inercia de este resultado, más el regreso de un importante cliente de la marca, los mantenía ciertos de que 2020 también sería un gran año. No obstante, la pandemia tendría la última palabra y sus efectos obstaculizaron los planes de la firma nipona.

A pesar de las afectaciones, comentó que Isuzu logró mantenerse por encima de la caída generalizada de la industria de vehículos comerciales. En respuesta a este periodo adverso, el directivo está convencido de que la clave para la recuperación radica en volver a lo básico, acercarse a sus clientes, escucharlos, entender su operación y, desde las entrañas de sus empresas, ayudarlos a ser más eficientes e impulsar una mejor gestión de sus recursos.

Oportunidades ante la adversidad

Hiroshi Ikegawa está consciente de que hoy, muchos clientes optan por retrasar la compra de vehículos para sacar el máximo provecho de su flota actual. En ese sentido, Isuzu apuesta por fortalecer aún más su atención postventa y garantizar que las unidades de sus clientes sigan operando en óptimas condiciones.

De igual forma, dijo, la capacitación es otro de los aspectos que la compañía se ha ocupado de promover entre sus clientes y distribuidores, pues solo a través de la preparación es como podrán salir fortalecidos de este periodo de adversidad.

Una de las principales oportunidades identificadas por la armadora japonesa a raíz de esta etapa de distanciamiento social, es el uso de las herramientas digitales a favor de la cercanía con sus grupos de interés. El directivo manifestó que este medio ha resultado muy positivo para hacer más eficiente la capacitación y las reuniones con clientes.

Si bien está convencido de que esta alternativa no va a sustituir el contacto directo, este periodo ha resultado una excelente oportunidad para explorar la inmediatez y simplicidad que aporta la comunicación a distancia, por lo que, combinado con las sesiones presenciales, es un medio que llegó para quedarse: “La pandemia nos trajo la oportunidad de abrir los ojos para trabajar con plataformas nuevas”, precisó.

A fortalecer desde adentro

La pausa generada en el mundo, ha servido para que la armadora se convenza de que más que un producto, lo que buscan los clientes son soluciones completas que se reflejen directamente en su rentabilidad. En ese aspecto, Isuzu ofrece al mercado su gama de unidades 2021, soportadas por la asesoría y respaldo de su Red de Concesionarios y de los especialistas de campo.

“No vendemos camiones, resolvemos las necesidades logísticas de nuestros clientes”, enfatizó.

En la búsqueda por conseguir este objetivo, la firma nipona, dijo, trabaja constantemente en mejorar sus productos y soluciones. Resaltó el trabajo realizado de la mano de sus carroceros para fortalecer su oferta y brindar camiones optimizados.

Entre los atributos que Hiroshi Ikegawa destacó de su portafolio de productos, se encuentra el hecho de que no requieren el uso de urea, aspecto que a largo plazo, representa una disminución en los costos de operación.

Mencionó también los trabajos realizados para el lanzamiento de una solución de telemática diseñada específicamente para los requerimientos de sus clientes en México. Para lograrlo, dijo, cuenta con la experiencia de los desarrollos alcanzados en Japón, Estados Unidos y otros países en los que la marca tiene presencia.

Lo primordial, detalló, es que la información obtenida realmente sirva para que los clientes experimenten un cambio favorable en la gestión de sus flotas.

Grandes bastiones de la marca en México

El director comercial de Isuzu en territorio nacional insistió en que su Red de Concesionarios y su planta de producción en el Estado de México, han sido dos elementos fundamentales para su posicionamiento a lo largo de estos primeros 15 años.

“Gracias a nuestros distribuidores la marca existe hoy en día”, enfatizó. Destacó que la labor del personal de su Red, su creatividad, trabajo diario y enfoque en el cliente, han sido factores esenciales para superar los tiempos adversos y aprovechar las oportunidades en las épocas favorables. Mencionó los esfuerzos que han realizado en esta contingencia para mantener los vehículos operando, promover la cercanía con los transportistas y el dinamismo en las ventas.

En cuanto a su planta de ensamble, el directivo compartió que a pesar de la pausa que se vieron forzados a acatar para salvaguardar el bienestar de sus colaboradores, a la fecha ya opera prácticamente al 99% en línea con todos los protocolos requeridos para cuidar la salud del personal.

A pesar de las semanas que el complejo productivo estuvo sin actividad, el directivo expresó que la Red de Concesionarios no experimentó desabasto en el stock de unidades ni refacciones, situación en la que también influyó la baja demanda por parte de los clientes.

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