Mientras muchos mexicanos disfrutábamos el recalentado de la cena navideña, y los niños descubrían asombrados los regalos de Santa Claus bajo el árbol, Kenworth Mexicana festejaba un año más de vida, llegando así a sus primeros 61, los cuales han estado marcados por la innovación, productividad y servicio a favor del autotransporte nacional.

Desde 1959, la compañía cachanilla ha operado con el objetivo de construir camiones y tractocamiones para los transportistas mexicanos, productos diseñados con la más alta tecnología y respaldados por la solidez de su Red de Concesionarios, la cual, continúa creciendo y capacitándose día a día para mantener las unidades más tiempo en el camino.

Uno de los bastiones más importantes para Kenworth Mexicana es su planta de producción en Mexicali, complejo que si bien está dedicado en su mayoría a la fabricación de unidades para el mercado nacional, también atiende la exportación de vehículos en Estados Unidos, Perú, Colombia, Nicaragua, Honduras, Australia e Israel.

En 1981, esta factoría alcanzó una producción diaria de 15 unidades, logrando comercializar 3,026 unidades en ese año. Para 1987, casi tres décadas después de fabricar el W900, la compañía incursionó en la fabricación del T800, modelo que pronto se convirtió en uno de los más apreciados por los empresarios y operadores en el país.

En 1991, llegó un nuevo participante al mercado mexicano, el T600, el cual vino a revolucionar el concepto aerodinámico en los vehículos de servicio pesado. Siete años después, se llevó a cabo el lanzamiento de su modelo T2000, fecha en la que además se alcanzó la producción diaria de 30 unidades.

El 2004 trajo consigo la celebración de los primeros 45 años de Kenworth Mexicana, fecha que conmemoraron con la producción de la unidad número 100,000. Para 2005 llegó el T660, sucesor de T600. En su primer año, se comercializaron 4,000 unidades de este modelo, convirtiéndose así en el más vendido del país.

La meta de producción de 200,000 unidades se concretó en 2012. Un año más tarde, se llevó a cabo el lanzamiento de la nueva generación de unidades de la armadora, mismos que, a la fecha, se han convertido en los más emblemáticos de su gama, el T680 y T880, así como su motor PACCAR MX-13.

El comienzo de una nueva era

El pasado 18 de diciembre, Renato Villalpando dejó la  dirección de la compañía en manos de Alejandro Novoa, quien desde hace 10 días tomó las riendas de Kenworth Mexicana para seguir el legado de eficiencia, solidez y compromiso heredado por su antecesor.

En entrevista para TyT, Alejandro Novoa, actual director general de la armadora en territorio nacional, compartió que este nombramiento representa un compromiso muy grande, el cual está listo para enfrentar con su equipo de trabajo, conformado por profesionales dispuestos a escuchar los requerimientos de sus clientes y a mantener la calidad que ha identificado a la marca a lo largo de más de seis décadas en México.

Como parte de sus primeras acciones al frente de la armadora, el directivo expresó que ha realizado varias reuniones virtuales y presenciales con clientes y concesionarios para adentrarse en su operación, conocer de primera mano sus necesidades e inquietudes y reiterarles el soporte total de la marca. “Escuchar al mercado nos ayuda a afinar la puntería para lograr que lo que produzcamos sea justamente lo que los transportistas necesitan”, destacó.

Comentó que buscará imprimirle a su gestión un toque de cercanía con grupos de interés en la industria para aprender de los clientes y socios de negocio. En cuanto a los colaboradores, manifestó que los integrantes de la familia Kenworth se caracterizan por tener bien puesto el chip de la calidad, por lo que está convencido de que lo importante es apostar por su desarrollo, brindarles las herramientas que requieren para desempeñar su trabajo y propiciar que cada uno asuma la parte que le toca de la mejor manera posible.

Se definió como un directivo accesible, directo, objetivo, dispuesto a aportar toda la experiencia acumulada en sus primeros 17 años al interior de la organización y con gran apertura para aprender los aspectos que le ayuden a aportar valor a la trayectoria de Kenworth Mexicana.

Explicó que su misión en este nuevo cargo, se basa en dar continuidad a los principios y valores que la compañía ha defendido a lo largo de 61 años de operaciones. Declaró que tomó las riendas de una empresa sólida, por lo que son mínimos los ajustes que tendrá que realizar para mantener procesos óptimos y promover que los colaboradores continúen motivados.

Precisó que más que una meta de participación de mercado o de comercialización de unidades, su prioridad estará en privilegiar la calidad de sus productos, el servicio al cliente y la mejora continua en sus procesos, aspectos que de forma natural se verán reflejados en la preferencia de los clientes, en la solidez de su Red de Concesionarios y, por ende, en un mejor posicionamiento en el mercado.

Su objetivo está puesto en que los transportistas nacionales sigan ubicando a Kenworth como la mejor opción de valor. “Queremos que sepan que la empresa está diseñada para escucharlos, ajustarnos a sus necesidades y crecer juntos”, detalló.

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