La historia de Transportes Kugar del Papaloapan se remonta a la década de los 70, cuando nació la compañía constructora CAPSA, una de las más importantes en este ramo para Grupo García Kuri.

La diversificación del consorcio, en este sentido, dio paso a la creación de la empresa Dos Matas, dedicada al sector agropecuario, y justo ahí hubo una pequeña conexión que dio paso al nacimiento de Transportes Kugar del Papaloapan. 

Antes de su fundación formal en 1993, ya operaban camiones para trasladar el bagazo de las cerveceras y utilizarlo como alimento para el ganado. Se trata de unidades chatas marca Dina y que apenas cumplían con esa función básica.

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Fue justo ahí cuando Grupo García Kuri decide dar un giro importante e invierte en la creación de Kugar del Papaloapan, ya no solo para dar servicio a las necesidades de las empresas hermanas, sino para conquistar nuevos horizontes. 

Bajo el liderazgo de José Roberto García Kuri y Alfonso Tucella, Transportes Kugar del Papaloapan remplazó esas unidades y sentó su base en Tuxtepec, Oaxaca.

Como suele pasar, al principio les tocó tocar puertas, aprender, capacitar y entender el negocio, que si bien no les era del todo ajeno, hacerlo desde esta trinchera representaba sus propios retos. 

Fue así empezaron a crecer la flota y especializando el servicio. Carga regular en caja seca, tolvas, portacontenedores y quizá uno de sus más emblemáticos hasta la fecha: el full de encortinados. 

De hecho una anécdota paradójica es que aquellos camiones viejitos, antes de Kugar, visitaban las cervecerías para recoger el bagazo, y desde hace muchos años se han convertido en uno de los principales proveedores de transporte para la industria cervecera. 

Apenas arrancado el siglo 21, uno de los hitos de Kugar del Papaloapan fue la certificación, pues desde siempre supieron que éstas son fundamentales para dar certeza tanto a los clientes como a sus colaboradores.

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Y en años recientes, todavía antes de la pandemia, la empresa abrió su propia escuela de operadores, a fin de crear un semillero que les ayude a solventar el famoso déficit en el sector. 

Durante su formación, la empresa proporciona a los aspirantes un apoyo económico, además de ayudarles a gestionar los recursos y trámites para la obtención de la licencia federal en caso de que no cuenten con ella.