Ángel toma camino rumbo a Nuevo Laredo. Un viaje de Monterrey hacia la frontera tamaulipeca le toma cerca de tres horas, pero lo ha hecho tantas veces que ya es más bien una operación de rutina, al igual que lo hacen tantos operadores todos los días. 

En la base de la empresa en la que trabaja hay un grupo de cinco aprendices de operador que ya están ávidos de subirse al camión, pero todavía les falta, tanto edad como experiencia.

Ángel es responsable de capacitarlos, desde la práctica hasta la teoría, ya sea con temas normativos, manejo a la defensiva o tecnología, pero al mismo tiempo les enseña sobre buenos hábitos, paradores seguros y seguridad vial.

Le gusta su trabajo porque él considera que nació para manejar un tractocamión. No imagina su vida lejos de la carretera, sin embargo, también disfruta compartir sus conocimientos y experiencia a las nuevas generaciones. 

Con tristeza ha observado que cada vez son menos los jóvenes interesados en convertirse en operadores; de hecho todavía son menos los hijos de los conductores vigentes, pues la conducción dejó de ser un oficio heredado y ahora más bien se trata de una actividad en crisis.

Más allá de las condiciones laborales, se trata de un tema de seguridad, toda vez que los robos carreteros siguen en aumento, pero para Ángel esto también se trata de un reto, ya que a pesar de los riesgos, él sabe que ser operador se trata de un oficio digno, maravilloso y con grandes oportunidades para construir una mejor calidad de vida. 

“Es como todo, si haces bien las cosas, te puede ir bien, y al contrario, si no te lo tomas en serio y crees que muy rápido harás buen dinero, lo más probable es que no sea así; es por eso que yo hablo mucho con los jóvenes, para hacerles ver que se trata de trabajo, esfuerzo, disciplina y mucha fe”. 

Sobre este tema, este experimentado capacitador de operadores se refiere a que los jóvenes deben creer en sí mismos, deben tener fe en que las cosas pueden ir mejor, pero no sólo eso, ya que además también se requieren las condiciones óptimas para realizar su trabajo. 

Un tractocamión en buen estado, una empresa que pague lo justo y que tengan plan de carrera, respeto en el trato y también en las horas de conducción, fomento a la actividad física, acompañamiento psicológico y corresponsabilidad con los clientes, pues también ahí hay áreas de oportunidad para que los operadores hagan mejor su trabajo. 

Ángel recuerda que durante su trayectoria de más de treinta años ha capacitado a operadores que hoy gozan de un buen estilo de vida, de jornadas de trabajo bastante amables y que han podido construir un patrimonio para sus familias. 

Aunque también hay los que han claudicado o se han ido por el camino fácil, sin estabilidad, sin antigüedad y sin un futuro que les permita estar un poco más tranquilos respecto a lo que les va a deparar este trabajo. 

A él no le da miedo subirse al camión, al contrario. Sabe de los riesgos, pero también de las responsabilidades, de tal manera que evita la noche, detenerse en lugares solitarios y también procurar ir en convoy cuando es posible. 

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Una vez más, el mensaje de Ángel para los futuros operadores es que construyan su futuro, pero que lo hagan de forma responsable y con mucho esfuerzo, pues él estará ahí, esperándolos. Mientras, él seguirá, al igual que nosotros, Al Lado del Camino.