El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) llega “a la mitad del camino” con una economía que en los primeros seis meses del año creció a un ritmo promedio de 8.4% anual, un rebote importante favorecido por la baja base comparativa, pero insuficiente para un país que en 2020 vivió su peor crisis económica de los últimos 88 años. 

Si bien la pandemia del SARS-CoV-2 agudizó la salud de una economía debilitada, el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador llega a su tercer informe, nuevamente, sin herramientas que permitan impulsar una mayor recuperación del Producto Interno Bruto (PIB), con la atracción de mayor inversión privada, la generación de empleos y certidumbre para las empresas nacionales y extranjeras. 

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 Al respecto, Humberto Calzada Díaz, economista en jefe para Rankia LatAm, sostiene que, “la recuperación que ha tenido la economía en los últimos trimestres se ha dado en función de la reapertura económica, porque desde el punto de vista de política económica no hemos visto cambios sustanciales en las herramientas para propiciar la recuperación que requiere el país”. 

Un crecimiento promedio del PIB de 8.4% en el primer semestre de 2021 sin duda es impactante, empero, llega después de una caída promedio de 10.4% observada en igual lapso de un año atrás. Para el Tercer Informe de Gobierno de Enrique Peña Nieto, la economía crecía a un ritmo promedio de 3.2 por ciento, a menor velocidad, pero con la diferencia de que un año atrás el ritmo promedio fue de 2.6 por ciento.  

Otra de las variantes que en repetidas ocasiones ha expuesto el presidente Andrés Manuel López Obrador es que no ha habido una «devaluación» del peso frente al dólar. Si bien el tipo de cambio cotiza por arriba de los 20 pesos por dólar, se mantiene lejos de los 25.1350 marcados en el momento de mayor incertidumbre por la pandemia. 

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En este punto, el Economista en Jefe de Rankia refiere que la estabilidad en el tipo de cambio depende, en gran medida, de la debilidad del dólar frente a otras divisas, y no necesariamente de factores internos que abonen a la fortaleza del peso mexicano. De hecho, estima que cuando la Reserva Federal (Fed, por sus siglas en inglés) inicie el incremento de sus tasas, el dólar se fortalecerá e incluso no descarta movimientos que lo lleven a los 22 pesos por unidad, en operaciones de mayoreo. 

El presidente López Obrador celebra que la economía del país crecerá por arriba de 6.0% este 2021, sin embargo, no alcanzará a recuperarse de la contracción de 8.5% vista un año atrás, la peor desde la crisis de 1932. La tan esperada recuperación de la economía, a niveles previos de la pandemia llegará hasta 2023.

Mayores ingresos en la era de López Obrador 

En un contexto de crisis económica y sanitaria, el Gobierno de López Obrador ha conseguido mayores ingresos en las arcas públicas, frente a su antecesor priísta, favorecido por su política de recaudación fiscal aplicable a los grandes contribuyentes, así como a mayores precios petroleros. 

Sin embargo, lo que está haciendo falta a la Cuarta Transformación es ejecutar un gasto estratégico, que derive en una mayor generación de empleos y atracción de nuevas inversiones. Ello se observa en la inversión física, la cual de enero a julio del año curso sumó 376,905 millones de pesos, frente a los 480,279 millones de pesos aplicados por Peña Nieto en igual lapso de 2015. 

López Obrador llegará a su Tercer Informe de Gobierno a exponer que el gasto público, marcado por la austeridad, está enfocado en quienes más lo necesitan, con sus programas insignia como la pensión a adultos mayores y Jóvenes construyendo el futuro. En este caso, los especialistas coinciden en que los recursos públicos también deben dirigirse a proyectos que tengan un efecto multiplicador, como el destinado a la obra pública –observable en la inversión física–.

El hecho de que el Gobierno no gaste no significa eficiencia, sino que la inversión se debe enfocar en factores que tragan un efecto multiplicador en la economía”. 

Humberto Calzada Díaz, economista en jefe para Rankia LatAm.

Los grandes ausentes en el Tercer Informe de Gobierno 

Si bien, la administración del Presidente López Obrador ha mantenido unas finanzas públicas sanas, igual de relevante es generar certidumbre para la inversión, garantizar el Estado de Derecho y generar una política contracíclica que, como su nombre lo indica, revierta los efectos de la pandemia en la economía. Más allá de un plan de vacunación que ha permitido una mayor reapertura de las actividades productivas, pese a que México encara la tercera ola de contagios por COVID-19. 

En este contexto, Calzada Díaz comparte que las acciones clave necesarias que se deben implementar en el país son la creación de incentivos para la inversión, con una reforma estructural que sea atractiva para la inversión extranjera. 

A esto se suma la urgencia de que el Gobierno federal genere un clima de certeza jurídica, “los inversionistas tiene miedo a que le cancelen un proyecto, como pasó con el Aeropuerto de Texcoco y Constallation Brands en el norte del país” y finalmente, añade que se necesita un plan económico, ya que la recuperación de la economía es producto de la inercia que trajo la reapertura de la economía.