El gestor de una flota no es un persona que deba resolver problemas que se vayan generando en una empresa de autotransporte, es la persona que debe planear, exigir, controlar y administrar en la operación, señaló Francisco Javier García Osorio, Director de Movilidad y Transporte de la Comisión Nacional de Eficiencia Energética (CONUEE).

Durante el 2º Ciclo de Conferencias Virtuales “Oportunidades ante la crisis” –organizado por la CANACAR–, destacó el rol del administrador de la flota en el cumplimiento del objetivo principal de la conducción técnico-económica: la eficiencia.

La razón, dijo, es que este personaje decide y da seguimiento a factores clave de esta técnica, tales como el rendimiento en operadores, la aplicación de la tecnología, la selección de trenes motrices adecuados, la planeación de caminos y rutas, e incluso el tipo de carga.

El administrador de flota es el gran responsable de que tengamos los mejores rendimientos”, expresó.

Asimismo, señaló que el gestor debe tener muy claras metas de eficiencia, si no las plantea, agregó, su trabajo será cotidiano y lo llevará a cabo al ritmo que decida el operador o el técnico de mantenimiento.

De igual manera, señaló que debe sí o sí hacer uso de herramientas informáticas sin importar que se trate de una flota pequeña o grande, el punto llevar un registro de información sobre todos los parámetros medibles en la operación de la empresa.  

“Tenemos que hacer ese uso de herramientas informáticas para poder controlar y dar seguimiento. Controlar lo que medimos y verificar lo que estamos midiendo”, dijo.

En línea con este concepto, García Osorio destaca cinco puntos que el gestor de flota puede aplicar con el uso de tecnologías:

  1. Seguridad del vehículo: sistemas antirrobo, detección de movimientos no autorizados, aplicación de sistemas avanzados de asistencia al conductor (ADAS, por sus siglas en inglés), bloqueo de motor, entre otros dispositivos que suman a la seguridad vial y patrimonial.
  2. Ubicación: seguimiento de las unidades en tiempo real.
  3. Eficiencia de costos: uso de sensores de combustible, medidores de flujo, horas motor, detección de advertencias para un mantenimiento preventivo, vigilancia de la conducción técnico-económica.
  4. Cumplimiento de horas de conducción y pausas.
  5. Gestión de conductores: datos de los operadores, rendimiento, actividades.

Al respecto, lamentó que muchas empresas utilicen estas herramientas solo para la seguridad del vehículo sin tomar en cuenta el resto de los parámetros que ofrecen estas soluciones para dar seguimiento al comportamiento de la flota.

Por otro lado, comentó que si bien el administrador de la flota tiene que tener amplios conocimientos, debe tener la habilidad de atraer a un equipo especializado que le ayude a lograr las metas que se ha propuesto; por ejemplo, expertos en logística que le ayuden a optimizar los procesos de la compañía.

Finalmente. sugirió que los gestores de flota hagan redes de aprendizaje con otros administradores con el objetivo de compartir información para mejorar el rendimiento. De hecho, recordó que en 2018, la CONUEE y GIZ crearon una red de aprendizaje entre varias flotas para compartir experiencias.