Como parte de la conducción técnico económica, la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (CONUEE), promueve el manejo a la defensiva, una estrategia que evita accidentes viales a pesar de las acciones incorrectas de otros usuarios de las carreteras y las situaciones adversas del camino.

Pascual Romo, Subdirector de Transporte Público de la CONUEE, quien es responsable de impartir este tema como parte de los programas de capacitación de la dependencia, explicó para TyT que se busca que los conductores tomen conciencia de la responsabilidad que implica estar al volante.

Así, se basa en tres elementos: condiciones del camino, vehículo y operador.

Sobre el primero, dijo que se debe ser precavido cuando se circula de noche, en nieve, neblina, mucho viento o lluvia.

Particularmente para las empresas de autotransporte, sugiere que conozcan las carreteras para poder hacer estimaciones reales de tiempos de entrega y no comprometan la integridad del operador u otros usuarios de las vías con tal de cumplir el conocido jus in time.

Sobre el vehículo, recomienda que el conductor se cerciore que esté en las mejores condiciones posibles. Debe verificar constantemente lo niveles de agua, aceite, frenos y combustible; estar seguros de que los cristales están limpios y transparentes, que sus espejos y faros se ven bien, así como no tener llantas lisas o con presión inadecuada. Si bien en las grandes flotas ellos no son los responsables del mantenimiento de las unidades, son un conducto para que el área de servicio sepa de alguna alteración como falta de potencia o ruidos inusuales. En este sentido recomendó brindar una capacitación a los conductores sobre el tema.

Finalmente, destacó el factor humano dentro del manejo a la defensiva pues es éste el detonante en muchos accidentes.

El primer aspecto es no manejar cansado; particularmente en las empresas de autotransporte en las que muchas veces se les paga por kilómetro recorrido y se arriesgan a conducir por más horas.

Romo también recomendó manejar en las mejores condiciones físicas posibles; “es decir, si está muy enfermo, si se siente mal o está tomando medicamentos que le causan somnolencia, mejor no maneje”.

Asimismo, si se trata de una persona avanzada que ha perdido capacidad auditiva o de visión ya no maneje. Al respecto, no descartó que las empresas de autotransporte consideren a sus operadores más veteranos como capacitadores, para revalorar toda su experiencia en este oficio.

También señaló que las condiciones mentales son muy importantes: problemas familiares o laborales que estresan y distraen. “Sugerimos que esos problemas los dejemos en casa, en la oficina, que cuando tomemos el volante estemos lo más despejado posible” señaló.

En este sentido también recalcó que el consumo de alcohol y drogas, además de afectar la capacidad de operación, a la larga altera el estado de salud mental. “Los operadores deben tener cierto perfil, si son agresivos no se deben contratar”, expresó.

Pascual Romo también se refirió a las distracciones en el camino, como buscar un objeto mientras se maneja, contemplar el paisaje, ver anuncios llamativos y, principalmente, atender el teléfono celular.

“Para que un conductor pueda manejar debe estar consiente que está compartiendo la vialidad con otros actores, tiene que estar muy pendiente de otros vehículos que tienen otro tamaño – motociclistas, ciclistas– y peatones”, dijo y agregó la importancia de conocer los reglamentos de tránsito.

“En muchas empresas, los operadores no han tomado cursos de manejo, se han hecho de manera empírica, no conoce las técnicas ni cómo responder”, alertó.

Romo llamó a empresas a apostar por la capacitación de operadores pues un conductor preparado implica reducir el 33% de los costos de mantenimiento y, particularmente sobre el manejo a la defensiva, pues éste puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.