Aunque la gran mayoría del autotransporte nacional es servicio público federal, también es cierto que cada entidad vive su propia realidad. En el Estado de México, por ejemplo, los robos, las extorsiones y la corrupción siguen representando los principales obstáculos, además de que prácticamente ya es el pan nuestro de cada día. 

Cuautitlán, Cuautitlán Izcalli, Tultitlán y Coacalco, por mencionar algunas, son municipios del Estado de México en los que ya se ha vuelto un reto entrar y salir sin algún tipo de incidente, pero no todos lo logran y quienes lo hacen no siempre salen del todo “impunes”. 

Aunque, claro, sería injusto pensar que la inseguridad es propia del Estado de México, ya que sin duda esto es algo que aqueja a los transportista y ciudadanos de Tijuana y de Chetumal, lo mismo para los de Nuevo Laredo que para los de la capital oaxaqueña. Hay que usar las vías de comunicación y pasar por los denominados triángulos rojos.

Tan sólo para poner dos ejemplos, se pueden citar el Arco Norte y el Circuito Exterior mexiquense, dos vías de comunicación que conectan buena parte de la región y que, desafortunadamente, han cobrado mucha relevancia no sólo por ser costosas, sino por ser inseguras. 

Un comando armado que le cierra paso a un tracotcamión cuando apenas el sol se acaba de meter. Amenazas, golpes y quizá un secuestro son lo que le esperan al operador ya sin importar si cooperó y realizó todo lo que le pidieron. 

Platicamos con David Aceves, director general de Autocarga Pelusqui, una empresa radicada en Toluca, capital del Estado de México, y afirmó que con la reciente elección para la Gubernatura, la expectativa es que la nueva Administración tenga la sensibilidad y capacidad para atender lo sprincipales retos, también, para el autotransporte. 

“Desafortunadamen en tiempos recientes no se ha tenido la capacidad para disminuir los robos y tampoco la estrategia para atenderlos una vez que pasen, y es por eso que nosotros, como empresarios y como organismos cúpula, estamos dispuestos a trabajar en conjunto a fin de solventar este tema”, señaló. 

En entrevista para TyT, el empresario mexiquense resaltó que, además de los robos, una de las grandes preocupaciones para el autotransporte es la vioencia con la que se llevan a cabo, situación que sigue poniendo en jaque la falta de conductores, pues cada vez son más los que dejan el volante como forma de vida. 

Como se dijo, la corrupción representa quizá el cáncer más difícil de erradicar, ya que las autoridades de los tres órdenes de gobierno, en muchas ocasiones, están coludidades con los criminales, y resulta que hay grandes tramos carreteros en los que no hay una sola patrulla vigilando, y cuando ya pasa el robo, tardan hasta 30 minutos en aparecer, cuando hay poco qué hacer para recuperar algo de lo perdido. 

Particularmente con el cambio de la Policía Federal a la Guardia Nacional, también se ha notado una importante falta de vigilancia, ya que la nueva Gendarmería suele llegar al lugar de los hechos solamente depsués de que hay un accidente, mientras que la exitinta PF solía hacer patrullajes y guardias en puntos estratégicos. 

Por último, y particulamente en lo que concierne a Policía estatal del Estado de México, éstos suelen enredar más que ayudar a los transportistas, pues en muchos casos pretenden hacer las veces de inspectores, mecánicos y hasta jueces en temas que no les corresponde como revisiones físico-mecánicas o temas de emisiones contaminantes, cuando el único propósito es sacar algún billete. 

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Es así como este empresario transportista confía en que el cambio de gobierno en el Estado de México pueda ser para bien y que traiga beneficios, sobre todo en seguridad e infraestructura, y mientras eso sucede, nosotros, junto con él, seguiremos Al Lado Del Camino.