De acuerdo con la Comisión de Transporte, Seguridad y Autotransporte de Carga, el 55.89% de los productos que se comercializan en México se mueven vía camión; de hecho, tenemos el sexto lugar –de 35 naciones de la OCDE– en este rubro. Desgraciadamente, el robo a este sector se incrementa año con año.

Puesto que este delito aumentó 50% en los últimos cinco años y sigue avanzando, es necesario poner en práctica ciertas medidas, que pueden ayudarlo a optimizar sus operaciones y aumentar su rentabilidad.

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1. Seguros

Todos los vehículos que circulen por la Ciudad de México y por carreteras federales, deben contar, de manera obligatoria, con un seguro de responsabilidad civil. De igual manera, todo transportista, no importando el estado de la República donde se encuentre ni la compañía de seguridad privada que lo respalde, tiene que asegurar el valor de sus bienes o mercancías por daños o pérdidas durante su traslado.

La cobertura y los servicios integrales de estos seguros para transportistas que circulen por el país y por la franja fronteriza con Estados Unidos, deben no solo proteger las mercancías, sino también asumir responsabilidad civil por daños a terceros o cualquier otro imprevisto durante los trayectos.

Dentro de sus pólizas, las aseguradoras brindan asistencia médica, legal o de cualquier otro tipo, de acuerdo con la cobertura.

2. Monitoreo de unidades

Dar seguimiento a la flota mejora la capacidad de gestión logística. Recuerde que no está solo y apóyese también en sus socios de seguridad privada para esto.

El monitoreo ayuda a ofrecer un óptimo servicio al cliente, reduce gastos y riesgos en la operación, además de brindar eficiencia en tiempos muertos y ciclos de cargado. Usar tecnología satelital minimiza el riesgo de pérdida de mercancía y facilita detectar cuando el operador se sale de la ruta estipulada o realiza paradas no autorizadas.

Actualmente es posible conocer las zonas con altos índices de delincuencia o las carreteras que están en reparación, con apoyo de las autoridades, las aseguradoras y los servicios de geolocalización de sus socios de seguridad privada.

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3. Proteger la cadena de suministro

Considerar los distintos tipos de riesgos, ya sean internos, inherentes, por fenómenos naturales, políticos y socioculturales; en consecuencia, el transportista debe establecer protocolos en conjunto para evitarlos tanto como sea posible.

4. Capacitación del conductor y mantenimiento del vehículo

Dar servicio preventivo a las unidades reduce las eventualidades por averías. De igual manera, el operador debe conocer y seguir las medidas de seguridad necesarias previas al traslado y durante el mismo, así como los protocolos para una reacción oportuna y efectiva.

5. Asesorarse con expertos que dominen los niveles más altos de protección

Las empresas de seguridad privada no tienen que estar certificadas, pero sí son un coadyuvante al cubrir todas las necesidades de los clientes que buscan certificarse, porque son parte del proceso.

Todos los protocolos, desde la evaluación de riesgos, las consignas específicas, la profesionalización del personal, el registro de capacitación mensual, etc, son requisitos fundamentales para el C-TPAT y otros programas internacionales. Al cumplir con todas estas actividades, las empresas de seguridad privada ayudan a las flotas a lograr estos estándares y mantenerse competitivas.

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Nuestro rol es ayudarle a optimizar sus actividades empresariales, a través de soluciones de seguridad con personal altamente capacitado, tecnología de punta y protocolos eficaces, de tal suerte que la calidad y el desempeño en su cadena de suministro y distribución serán un factor diferenciador de su negocio.

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