Martha Lucía Gutiérrez, secretaria ejecutiva de Sistemas Integrados de Movilidad Urbana Sustentable (SIMUS) señaló que es necesario llevar a las praxis las mejoras de la Ley General de Movilidad, así como la creación de políticas públicas certeras y no solo porque están de moda.

Durante su participación en la edición 13 del Congreso Internacional de Transporte (CIT), organizado por la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM), Martha Gutiérrez sostuvo que para resolver los problemas multicausales que afectan el servicio de transporte público es necesario crear políticas sistemáticas que sean coherentes con el reconocimiento real de la movilidad como un derecho social.

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Asimismo, destacó que existen tres columnas estructurales para que las ciudades puedan avanzar:

  • Institucional: en la que se tienen que tomar en cuenta la salud urbana, los sistemas integrados multimodales, participación ciudadana y la innovación en sistemas tecnológicos.
  • Financiera: buscar e identificar fuentes alternas de financiamiento que no recaiga solamente en el sector público, así como la empresarización del transporte.
  • Desarrollo urbano: implementar un transporte limpio que permita tomar acciones contra los efectos del cambio climático.

Decimos que son estructurales porque a partir de tener fuentes de financiamiento para honrar esta política de movilidad una con la otra, te dará el soporte para financiar las políticas.

Martha Lucía Gutiérrez, secretaria ejecutiva de SIMUS.

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La Secretaria refirió que si no se ha logrado avanzar en los últimos años a pesar de entender el problema y proponer acciones es porque se tiene que pensar en una política de electromovilidad de hidrógeno más allá de la lógica e infraestructura, es pensar en por qué los usuarios tardan tanto en trasladarse de su origen a su destino, y a partir de ahí brindar las soluciones.

Por su parte, Ángel Molinero, director general de Urbanismos y Sistemas de Transporte S.A de C.V. USTRAN y quien fue moderador de la conferencia, sostuvo que nos encontramos en un punto de inflexión, en el que la política de electromovilidad no ha logrado avanzar en América Latina, y eso en parte se debe a los sistemas débiles que existen en la región.

En este sentido, Sergio Avellada, socio fundador de Urucuia Movilidad, señaló que el Estado en la región de latinoamérica tiene mucha burocracia en temas de políticas para el transporte público, por lo que se tiene que cambiar de modelo de financiación para que haya recursos suficientes y el pago del servicio no recaiga completamente en el usuario porque se trata de un servicio público, no privado.

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Avellada también hizo hincapié en que el servicio de transporte público se encuentra en una gran crisis derivada de la pandemia por COVID-19, que obligó a los usuarios a buscar alternativas individuales de movilidad, lo que significó una pérdida considerable de pasajeros para el transporte masivo.

Otro grave error es la idea de que si es un servicio público lo deben pagar quienes lo usan porque eso nos hace perder pasajeros, que buscan mejores condiciones de movilidad.

Sergio Avellada, socio fundador de Urucuia Movilidad.

Ante este panorama, Avellada sugirió que es necesario ofrecerle al usuario puntualidad, fiabilidad y certeza, ya que existe una competencia más smart como las plataformas de viaje y los viajes compartidos.

De esta forma, los pasajeros deben tener la facultad de gestionar su viaje, no solo tener la información, sino que puedan confiar en que las rutas que está tomando a través del transporte público son las adecuadas para llegar a su destino, añadió.

No solo es invertir en flotas eléctricas, es garantizar la movilidad sustentable

Martha Lucía Gutiérrez de SIMUS, explicó que otro de los grandes problemas que impiden avanzar hacia la electromovilidad es el ansia de impulsar y crear proyectos sin pensar en garantizar si son sostenibles, lo que ha llevado a inversiones estancadas al adquirir flotas eléctricas que no están en funcionamiento.

Para atender los retos de una movilidad sustentable, no basta con pensar en invertir en más flotas de autobuses eléctricos, es necesario una coordinación de acciones por parte de los gobiernos con financiación y subsidios que permitan bajar el precio de las tarifas, añadió Sergio Avellada.

Asimsimo, resaltó que existe una crisis de imagen en las unidades del transporte público, pues no importa como son las empresas cómo dicen que son, lo importante es cómo las ve la gente en cuestión de mejorarlas condiciones en que se mueven y cómo estas unidades contribuyen al medio ambiente.

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Durante su participación, Arno Kerkhof, jefe de la División de Buses de la Unión Internacional de Transporte Público (UITP), sostuvo que los gobiernos y las empresas no solo deben pensar en aumentar la flota eléctrica, también tienen que tener en cuenta la creación de terminales eléctricas donde a las unidades se les dé mantenimiento o puedan «descansar» si no están en uso.

El panorama expuesto por los ponentes durante la conferencia Desarrollo del Transporte Público; Estrategias más allá del COVID-19 del 13CIT, busca sentar las bases para impulsar acciones que mejoren la movilidad sustentable de los pasajeros.

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