El miedo a contagiarse de COVID-19 es uno de los factores que influye en la decisión de los consumidores mexicanos para comprar un auto, refirió Guillermo Rosales, director general adjunto de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA). 

Guillermo Rosales explicó que el COVID-19 es otro de los factores que contribuye al repunte en la venta de autos, pues hay consumidores que optan por adquirir un vehículo para reducir los riesgos de contagiarse del virus en el transporte público. 

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En efecto hay una tendencia de muchos consumidores de preferir como opción de movilidad al transporte privado por el objetivo de disminuir los riesgos de contagio COVID-19; sin embargo, no tenemos un estudio de mercado que pudiera determinar qué factor de contribución está teniendo durante este periodo junio-julio en el que hay una mayor movilidad”. 

Guillermo Rosales, director general adjunto de la AMDA.

Con la reactivación de la economía y la apertura paulatina de pisos de venta en el país, la comercialización de autos nuevos ha superado las expectativas de los socios de la AMDA, tras el confinamiento vivido entre abril y mayo por COVID-19.

Entre junio y julio se comercializaron 135,716 vehículos ligeros nuevos, 5.5% más con respecto a sus proyecciones más optimistas y 1.5 veces superior frente al escenario más desfavorable.  

Otros elementos que impulsaron la comercialización de autos en el país en el bimestre de referencia, de acuerdo con Rosales Zárate, fue la apertura de los inmuebles de venta en la gran parte del país, pese a que aún hay limitaciones en horarios y capacidad de atención.

Las únicas entidades donde no se ha permitido el reinicio de esta actividad son Veracruz, Puebla, Campeche y Colima. 

A esto se suman los incentivos ofrecidos por las corporaciones automotrices y sus redes de distribución para impulsar sus inventarios frente a la crisis económica provocada por la enfermedad COVID-19, así como los esfuerzos realizados por los bancos y las financieras especializadas para mantener plazos y tasas atractivas para sus clientes.

En este contexto la AMDA ajustó sus expectativas de ventas para el cierre de año a 964,400 unidades, o una caída anual de 26.8% y previó que la recuperación del mercado interno a niveles previos al COVID-19 será hasta 2024, un mes antes la previsión se extendía hasta 2025. 

Hacemos una adecuación a la estimación del cierre de 2020, estimamos que el año podría cerrar en 964,400 unidades, una caída de 26.8 por ciento. Esta perspectiva es bastante más halagüeña que la estimación del escenario previo, de 921,055 unidades”. 

Guillermo Rosales, director general adjunto de la AMDA.

Pese a la existencia de estos elementos que mejoran el escenario para la industria automotriz establecida en el país, Rosales Zárate recordó que la confianza el consumidor, las compras de los hogares y la inversión fija bruta permanecen afectados por efectos de la crisis del COVID-19, y ello impedirá una mayor recuperación de las ventas de autos. 

Continua el deterioro importante del indicador de la Inversión Fija Bruta, y con ello la perspectiva de recuperación de la economía mexicana tiene un panorama desalentador hacia los meses de cierre de 2020 y desafortunadamente es la misma circunstancia que priva para 2021, añadió el Director general adjunto de la AMDA.