Entre abril y junio, la marca Pemex perdió 1,207 estaciones de servicio, una disminución de 13.2% comparada con el mismo periodo de 2019, cuando la franquicia de la paraestatal registró 9,161 puntos de venta de combustibles.

En su reporte trimestral, Petróleos Mexicanos detalló que del total de 7,954 estaciones de la franquicia Pemex, 7,909 son administradas por empresas particulares, mientras que solo 45 son propiedad de Pemex Transformación Industrial, en su modalidad de autoconsumo.

En este contexto, Pemex sigue siendo el principal oferente en el mercado mayorista al suministrar 86.8 por ciento de gasolinas localmente y 72.2 por ciento del diesel.

De hecho, a partir de la reforma energética, solamente 20% de las importaciones totales de gasolina en el país son hechas por privados y el resto por Pemex.

Desde su llegada al país, ExxonMobil se convirtió en la primera empresa en comercializar su propio combustible en México, seguida de Arco, BP, y Shell compañías petroleras que ya importan sus propias gasolinas.

Por otro lado y considerando la crisis por la pandemia del covid-19, este golpe se debe a que Pemex  se vio obligado a reducir el volumen de compras de combustibles al exterior.

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Sus últimos datos indican que la compra de gasolinas automotrices cayó en 52 por ciento, al pasar de una compra de 551 mil barriles diarios en 2019 a 265 mil barriles diarios en 2020.

Caso similar ocurrió con el diesel, pues la compra de este combustible cayó en 52.5 por ciento al pasar de 190 mil barriles diarios en 2019 a 90 mil barriles diarios en 2020.