Mientras gobiernos y sectores de salud tratan de detener la propagación de COVID-19, la industria logística lucha por controlar y hacer frente a las disrupciones que provoca en la cadena de suministro.

Para el Consejo Nacional de Ejecutivos en Logística y Cadena de Suministro (ConaLog) el reto de fondo para la supply chain es prepararse para escenarios de contingencia que son inesperados.

Gustavo Equihua, Presidente del organismo, explica en entrevista que para ello es muy importante establecer y mantener vigentes planes de continuidad operativa, lo cual considera una tarea ardua porque implica preparar panoramas más complicados al actual.

Es complejo porque exige dedicarle tiempo, que hoy es escaso, para estar preparados a esos problemas futuros, que a lo mejor no van a ocurrir. Sin embargo, esto es parte clave de una adecuada gestión de los negocios, y no debe ser subestimada esta parte de fondo que debemos anticipar”, explicó.

Es decir, hay que echar mucha imaginación, cada vez más–, como lo que estamos viviendo: pocas empresas tenían planes de continuidad para una pandemia como la que estamos viviendo”.

Añadió que es necesario revisar los procesos en las empresas de la industria logística y también las de sus aliados de negocio para identificar y anticipar elementos que pudieran provocar disrupciones de negocio en caso de que a futuro se presentara un nuevo escenario pandémico de magnitudes similares o, inclusive, que la situación actual se pudiera agravar.

El también Director de Gestión y TI, CIO de Frialsa Frigoríficos resaltó lo fundamental que es mantener activas las cadenas de suministro para el bien comunitario, debido a que abastecen toda clase de bienes. 

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Con el embate del SARS-CoV-2 y su propagación entre la población, la industria logística debió priorizar el cuidado de la salud de quienes trabajan en la cadena de suministro y crear conciencia sobre mantener los controles sanitarios dentro y fuera de las organizaciones. 

“Cada empresa tiene una responsabilidad fuerte de aplicar eficazmente los programas necesarios para prevenir los brotes infecciosos. Pero no solo dentro del ámbito de la compañía, sino en el entorno de los colaboradores: en la calle, con su familia y en lo social. 

Las empresas de logística y cadena de suministro también centraron sus esfuerzos en el manejo adecuado de sus carteras –cuentas por pagar y cobrar–, ya que mantener la liquidez de los clientes, en tiempos de crisis, es indispensable.

“Es muy importante que cada empresa tenga visibilidad constante de esas cuentas con proveedores y clientes, y también tener una conversación muy cercana con las compañías más importantes del ecosistema logístico para conocer si hay problemas o si algo se está desviando y así tomar medidas oportunas”, manifestó. 

Y finalmente, en lo operativo, ha sido necesario que muchas áreas y proveedores logísticos se adapten a cambios fuertes en la demanda de sus distintos canales, ya sea a la alza o a la baja. 

“Es decir, hemos tenido que aprender a mantener activos los medios y canales habituales, pero a la par desarrollar aceleradamente los que venían paulatinamente creciendo, como la recolección en el punto de venta o la entrega en el domicilio, y los pedidos en distintas plataformas, ahora que el consumidor utiliza todo tipo de equipos móviles y cómputo para hacer sus compras”.

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