El Instituto de Recursos Mundiales México (WRI México) y la Asociación Mexicana de Autoridades de Movilidad (AMAM), con apoyo de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT), propusieron un programa de rescate financiero para el transporte público de pasaje en México, servicio que enfrenta una caída de 40% en sus ingresos y una prolongada recuperación. 

En conferencia de prensa conjunta, Fernando Páez, director de Movilidad Urbana de WRI México, advirtió que el servicio de transporte público enfrenta un lento proceso de recuperación, con una caída de 30% en la demanda y de 40% en sus ingresos; situación que, se prevé, derive en 2021 en una pérdida similar a la del año pasado, de 19,500 millones de pesos.

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Por ello, dijo, es urgente una política específica del Gobierno federal para atender las necesidades de este servicio que genera más de 160,000 empleos en el país, que ahora enfrenta problemas de rezago, pago oportuno de los costos de capital y de las deudas que tiene por adquisición de flota. 

En este contexto, WRI México, la AMAM y la ANPACT propusieron al Gobierno federal, así como a autoridades locales –algunas de ellas ya involucradas en el proyecto–, la implementación de una estrategia de recuperación para el transporte público de pasaje urbano.

La iniciativa se divide en tres etapas: para sobrevivir, para revivir y una última pensada en la prosperidad (garantizar la calidad) del servicio. 

Fernando Páez fue el encargado de presentar la estrategia que consiste en una ruta de apoyo financiero para el transporte público de pasaje, explorar incentivos fiscales en IVA e ISR, y que se incrementen los beneficios en el impuesto al combustible; así como que se otorguen garantías de crédito con respaldo gubernamental. 

Para la segunda etapa, se busca incentivar la inversión en infraestructura y renovación de flota; así como una revisión y ajuste de los modelos de negocio del transporte público.

Este punto incluye la reducción de aranceles a la importación de autobuses con visión de transición tecnológica e incentivar la transformación empresarial. 

La estrategia con una visión de 1.5 a 3 años, sugiere promover el uso del transporte público y la integración con otros modos a través de la infraestructura y el medio de pago; así como la implantación de carriles segregados para autobuses y control de la operación. 

En una tercera etapa, con una visión de 3 a 6 años, se proponen soluciones en términos financieros, operacionales y administrativos para consolidar fuentes alternativas de fondeo y financiamiento. Incluye la transición a tecnologías limpias y continuar con la optimización de la infraestructura que garantiza la integración de los sistemas. 

En este sentido se proponen medidas de recaudación asociadas al uso del auto personal, el pago de tenencia, el uso de parquímetros, el acceso a áreas con restricción vehicular, así como otras asociadas al uso de suelo y la captura de valor. 

En su turno, Alejandro López Franco, presidente de la AMAM, estimó que el rezago presentado por el transporte público de pasaje en el país es de 323,000 millones de pesos, deficiencia que ha derivado en retrocesos de la calidad y cobertura del servicio en el país, tiene a empresas operadoras y sistemas en quiebra, con afectaciones en la industria manufacturera  y retroceso en los procesos de modernización en el transporte. 

El 75% de los estados que integran la AMAM están muy preocupados por la solvencia en los pagos de la operación, y en el 35% de los casos ya se han registrado suspensiones por parte de operadores, con el impacto que representa ello a los usuarios”. 

Alejandro López Franco, presidente de la AMAM.

Panorama del transporte público, ensombrecido

Nicolás Rosales, presidente de la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM), expuso que en un inicio se estimaba que la recuperación del transporte público de pasaje tardaría entre 1.5 y 2 años en recuperarse, sin embargo, el contexto actual apunta a que le tomará más tiempo.

Por ello, hizo un llamado a las autoridades de los tres órdenes de Gobierno para que consideren el plan de rescate financiero. Pidió que se establezcan canales de comunicación que permitan construir acuerdos para atender las dificultades vividas al integrar una agenda para el transporte.

También solicitó generar nuevas alianzas con las entidades financieras, establecer mecanismos que permitan realmente la sustentabilidad y sostenibilidad en los proyectos de trasporte, así como acelerar las reformas estructurales que requiere el sector, que van desde una política pública hasta el fondeo.

Diego Monraz, vicepresidente de la AMAM y secretario de Transporte de Jalisco, insistió en que el Gobierno federal debe crear una política nacional e integral que atienda las necesidades del servicio de pasaje e invierta en infraestructura del transporte público, utilizado por quienes menos tienen y más mal la están pasando en la crisis provocada por la pandemia.

En su turno, Miguel Elizalde, presidente Ejecutivo de la ANPACT, expuso que México está en un proceso de recuperar la salud pública, en el que hay que ver al transporte como un pilar de la recuperación económica, y para eso es necesario incentivar la renovación de flota. 

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En su intervención recordó que, la pandemia ha afectado la movilidad y la renovación de la flota, en este último caso, con una caída aproximada del 52% en vehículos de pasaje.