Durante esta semana y desde la pasada, el país atraviesa el punto más alto de la curva epidémica por la pandemia de COVID-19, lo que reta la operación de las cadenas de suministro, de acuerdo con Carlos Caratachea, Director de Supply Chain de Danone México. 

Del jueves 7 al viernes 8 de mayo, el país registró los picos máximos de contagios y de muertes por COVID-19, según reportes de la Secretaría de Salud. No obstante, el incremento aún se espera hasta el 20 de mayo. Tan solo el fin de semana pasado, México rompió la barrera de los 30,000 casos de Coronavirus.

El subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, reporta –al 10 de mayo– 35,022 casos confirmados y 3,465 fallecidos en México por COVID-19. La Ciudad de México, Estado de México, Baja California, Tabasco y Sinaloa son las entidades que concentran el mayor número de contagios.

En este contexto, el directivo de Danone México advirtió que todas las medidas sanitarias implementadas en la cadena de suministro se ponen a prueba en la Fase 3 de emergencia sanitaria por COVID-19 y deberán adecuarse aún más las operaciones ante el endurecimiento de restricciones de movilidad y circulación.

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Seguimos con los casos al alza, y en estas dos semanas estamos en los picos más altos, periodo en el que podemos tener una mayor cantidad de contagios, y eso reta el accionar del Plan de Continuidad de Negocio que debemos detonar (en nuestras cadenas de suministro)”,

Carlos Caratachea, Director de Supply Chain de Danone México.

Las empresas y cadenas de suministro, independientemente de sus operaciones y giros, ya se han visto considerablemente afectadas por el COVID-19. A medida que evolucione la pandemia, deberán adaptar todas sus operaciones para garantizar la continuidad del negocio. 

Caratachea advirtió como un elemento muy importante para afianzar la continuidad del negocio es que un comité de crisis se encargue de abordar las medidas de prevención para el cuidado sanitario de los colaboradores ante la propagación de COVID-19. 

Garantizar que reciban un equipo de protección personal, que incluya al menos lentes, guantes y cubrebocas, de tal forma que se pueda mantener la salubridad en los centros de trabajo, almacenes y centros de distribución.

Añadió que es importante trabajar muy de cerca con las instancias médicas y de seguridad para atender a colaboradores que pudieran contagiarse, reforzar los protocolos de trazabilidad y las líneas del tiempo para identificar de manera pronta una posible propagación de COVID-19, así como ampliar rutinas de desinfección y limpieza.

Pero, sobre todo, implementar el uso obligatorio de equipo de protección personal, y un seguimiento muy claro al equipo de colaboradores por su vulnerabilidad ante el COVID-19. 

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