Avanzar en la reducción de emisiones de carbono en el transporte es un esfuerzo que requerirá de diversos avances en temas regulatorios, financieros, tecnológicos y de infraestructura, así como de un esfuerzo conjunto entre el sector y el gobierno, coincidieron expertos.

Durante el panel «Reducción de emisiones en transporte de carga y última milla: Los retos para la industria», moderado por Alejandro Osorio, director de Asuntos Públicos y Comunicación de la ANPACT, en el marco del foro organizado por la Asociación Mexicana de Arrendadoras de Vehículos (AMAVe), directivos de empresas y organizaciones del autotransporte señalaron que disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero del sector es posible, pero para ello son necesarios los avances en la disponibilidad de combustibles más limpios, el impulso a la renovación vehicular y el desarrollo de infraestructura para tecnologías más ecoamigables, como la electrificación.

Javier Valadez, director de Operaciones de Kenworth Mexicana, señaló que ya existe la tecnología para reducir el impacto ambiental, como la que utiliza diesel de Ultra Bajo Azufre (UBA), pero la falta de disponibilidad de este combustible es el gran pendiente gubernamental para que estas unidades más limpias puedan circular en mayor cantidad a lo largo del país.

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En ese sentido, Marco Rodríguez, director de Asuntos Externos y Sustentabilidad de Daimler, coincidió en la necesidad de contar con diesel DUBA, ya que si bien las tecnologías que hacen uso de ese combustible ya operan en el país, el no contar con éste tiene implicaciones en las unidades dotadas con estos motores más limpios, ya que estos reaccionan a los combustibles no aptos y reduce la potencia de los vehículos, además de acelerar su desgaste.

Por ello, señalaron Valadez y Rodriguez, es necesario dar continuidad en las zonas que son abastecidas de diesel UBA, así como un mapeo y señalización de las estaciones de servicio en las que se encuentra este combustible; dado que los transportistas hoy no saben dónde está disponible para poder recargar sus unidades y seguir su camino.

Mientras que Eugenio Noriega, director de TIP Trailer de TIP México, hizo hincapié en la necesidad de modernizar el parque vehicular para reducir el impacto ambiental, y destacó que para ello es fundamental un esquema de chatarrización efectivo.

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Añadió que para sustituir las unidades viejas por unas nuevas con mejores estándares ambientales, se requieren incentivos, como estímulos fiscales tanto para el primer comprador como para el mercado secundario; subsidios de tasas de parte del gobierno, y la posibilidad de tener mayores deducciones que permitan a las empresas invertir sus recursos para renovar sus flotas.

Patricia Viscaya, directora Jurídica y Normativa de Asociación Nacional del Transporte Privado (ANTP), coincidió en que es clave apoyar la renovación vehicular, ya que según datos oficiales la antigüedad promedio de las unidades es el país es de 18 años.

Consideró clave tres puntos para esto: que los gobiernos locales y federales apoyen la renovación; que se otorguen incentivos ambientales y fiscales para las empresas de todos los tamaños; y que se fomente la transición gradual hacia las nuevas tecnologías, a través del desarrollo de infraestructura para las mismas.

Viscaya añadió que es de suma importancia actualizar los estándares dentro de la NOM-044, pues si bien ésta contempla las tecnologías EURO V y EPA 07, la falta de disponibilidad de diesel UBA no hará posible la transición hacia estándares más actuales como el EURO VI y EPA 10; además de que se necesita dar certeza al permitir la convivencia de ambos estándares.

Valadez, de Kenworth Mexicana, señaló que no debe olvidarse que la renovación vehicular también se ve impactada por la importación de unidades usadas chatarra, por lo que también se necesita actualizar las regulaciones en esta materia y vigilar que la llegada de vehículos usados cumplan con estas disposiciones.

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Al hablar sobre electrificación, los directivos destacaron que para impulsarla es fundamental el desarrollo de infraestructura para su uso y los ajustes legislativos para que estas nuevas tecnologías puedan insertarse en el mercado mexicano, pues si bien estas ya se producen y se comercializan en el país, la falta de estaciones de carga y certeza jurídica son algunos de los obstáculos para su mayor implementación.

Marco Rodríguez, de Daimler, subrayó que la electrificación más que una tendencia ya es una realidad, por lo que gobierno debería estar trabajando ya en temas regulatorios y de infraestructura para impulsar este mercado.

Señaló que en otras partes del mundo se aborda este tema en dos principales bloques: uno en el que el enfoque son las zonas de cero emisiones, donde algunas ciudades ya están prohibiendo la entrada de unidades de combustión interna; y otro en el que incluso ya se está prohibiendo la venta de estos vehículos para reducir las emisiones de carbono.

«Tenemos que subirnos a esas conversaciones y traerlos a la mesa de negociación en México», indicó el directivo.

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