La Dirección General de Autotransporte Federal (DGAF) quiere revisar visualmente la totalidad de los convertidores que circulan en el autotransporte federal y tiene previsto que las evaluaciones a estos equipos se realicen a la par de las inspecciones a los doble remolque que quieran obtener la nueva autorización expresa. 

 

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Tras la actualización de la NOM-012 –publicada al cierre de 2017–, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, a través de la DGAF, emitió los lineamientos para obtener el permiso y placa de identificación que requieren los dollies, utilizados para el acoplamiento de dobles remolque.

 

A mediados de 2018, la dependencia presentó el proyecto para realizar este proceso, el cual implicaba una inspección física para las unidades año modelo 2009 o anterior. Con la llegada de la nueva administración federal, se aplicaron revisiones aleatorias y, de acuerdo con las autoridades, se encontró que no cumplían con los requisitos para circular, independientemente de su año de fabricación.

 

Ahora, esta oficina requiere una actualización del aviso anterior –en el que se especificaba la inspección únicamente a equipos anteriores a 2009– para revisar la totalidad de los convertidores. Este proceso se mantiene en revisión en la CONAMER.

 

De acuerdo con Salomón Elnecavé, titular de la DGAF, la evaluación de los dollies no tendrá costo, pero las placas de circulación sí, las cuales se obtendrán solo si se acredita físicamente que el sistema de acoplamiento fue fabricado para este fin. 

 

“Si se detecta que el equipo no fue fabricado para la función de dolly, no se va a emplacar, ya no se pasa ni a revisión. Sabemos que habrá reacciones de los permisionarios, pero no podemos permitir que circulen vehículos de alto riesgo”, afirmó el funcionario.

 

Desde noviembre de 2018, fecha en que fue publicado en el Diario Oficial de la Federación el aviso para el emplacamiento de los convertidores, el sector se mantiene a la espera de la definición de las reglas y costos para el trámite.   

 

Las Unidades de Verificación, autorizadas por la propia SCT, serán las encargadas de aplicar las revisiones. La DGAF informó que ya trabaja con la Entidad Mexicana de Acreditación (EMA) para certificar las sedes de evaluación y a sus técnicos, a fin de evitar simulaciones o actos de corrupción.