La restricción del Gobierno de Chihuahua que mantiene a la industria de autopartes operando al 60% de su capacidad en el estado es un gran riesgo para las fabricantes de automóviles de Norteamérica, sostuvo Óscar Albin, presidente Ejecutivo de la Industria Nacional de Autopartes (INA). 

Con el retorno de Chihuahua del semáforo amarillo al naranja — y actualmente en color rojo—  la industria automotriz, representada en el estado por las fabricantes de autopartes, se vio obligada a reducir de 80% a solo 60% su personal en planta. 

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Al respecto, Albin Santos expuso que, “regresar al 60% en que habíamos estado — luego de la declaratoria de las nuevas esenciales— es un gran riesgo para las fabricantes de automóviles de Norteamérica”.

En conferencia de prensa, el Presidente Ejecutivo del INA detalló que Chihuahua es el segundo estado más importante por su fabricación de autopartes en México, con la producción de arneses, cubiertas de asientos y componentes electrónicos, por mencionar algunos, que tienen como destino las fábricas de Estados Unidos.

Añadió que integrantes de la industria de autopartes trataron de negociar con el Gobierno de Javier Corral para que se les permita continuar su producción al 80% de su capacidad; sin embargo, hay limitantes para transportar a los colaboradores hasta las plantas.

Tratamos de negociar que nos dejaran de trabajar al 80% siguiendo una serie de protocolos extraordinarios, sobre todo en el transporte y no ha sido posible lograr convencerlos (…) el principal problema que tenemos es el transporte, no hay suficiente equipo”. 

Óscar Albin, presidente Ejecutiva de INA.

Confió en que las restricciones a la movilidad, con los toques de queda impuestos por el Gobierno de Chihuahua, se reduzca el número de enfermos de COVID-19 y la industria de autopartes pueda regresar al 80% de su capacidad. 

Respecto a la nueva ola de contagios que se vive en Europa, Óscar Albin evaluó que de continuar la propagación del nuevo coronavirus, las empresas armadoras europeas establecidas en México sí enfrentarían problemas en sus cadenas de suministro. 

Explicó que la industria automotriz que importa componentes desde Europa tiene dos meses de abasto garantizado, debido al proceso logístico; entonces, esos países tienen ese lapso para controlar su brote y no poner en riesgo la operatividad de la industria en aquel continente.

El líder del INA dijo que, en caso de que haya nuevos cierres de la actividad manufacturera, será a finales de noviembre o en diciembre cuando se verán los efectos del rebrote de la pandemia en Europa en las armadoras establecidas en México y Estados Unidos, principalmente.