Las estrictas medidas sanitarias y las restricciones por el nuevo brote de COVID-19 en Shanghái impuestas por el gobierno, han aumentado el retraso en los puertos de una de las ciudades industriales más importantes de China, de acuerdo con el reporte de Maersk.
Las autoridades sanitarias anunciaron este viernes que se extenderán por nueve días más las restricciones en Shanghái, que ya había reportado retrasos en los principales puertos y que traerá como consecuencia el aumento en los costos de exportación.
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De acuerdo con Maersk, algunos depósitos en Shanghái permanecerán cerrados hasta nuevo aviso, por lo que informaron a sus clientes de una posible deportación de vehículos vacíos que podrán operar hasta que vuelvan a abrir operaciones.
El Grupo Portuario Internacional de Shanghái anunció el mes pasado que implementarían el «sistema de bucle cerrado», que exige que los empleados permanezcan en áreas específicas y se adhieran a protocolos estrictos para evitar la propagación del COVID-19.
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VesselsValue, un proveedor de datos de transporte marítimo mundial, señaló que el número de buques que esperan cargar o descargar en el puerto de Shanghái se ha disparado a más de 300 esta semana, cifra que representa un aumento de casi cinco veces más que en las últimas dos semanas y media.
Maersk informó el lunes que el servicio de transporte dentro y fuera de Shanghái resultará gravemente afectado en un 30%, debido al cierre total de las áreas de Pudong y Puxi que conforman la ciudad costera.
El transporte vía terrestre y aérea también ha reportado retrasos debido a los controles estrictos en carreteras y puntos fronterizos en donde tienen que realizar varias pruebas de ácido nucleico (NTC, por sus siglas en inglés) que beben dar resultado negativo a COVID-19 para poder ingresar a determinada región.
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